Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil iniciaron la operación hace unos días, para investigar unos hechos relacionados con el mal estado en el que supuestamente se encontraban gran cantidad de animales en una vivienda de Moratalla.
Una vez obtenidos todos los indicios y previa autorización judicial, el SEPRONA y personal de las instituciones colaboradoras llevaron a cabo la inspección en el inmueble en el que hallaron cerca de un centenar de animales entre domésticos, de abasto y especies protegidas, que se encontraban en pésimas condiciones higiénico-sanitarias.
Durante la inspección, los guardias civiles observaron la presencia de excrementos y orines de los diferentes animales que albergaba, dispersos en por la totalidad de las habitaciones, así como las deplorables condiciones de la vivienda que hacían del lugar un sitio inhabitable, con suciedad y un fuerte olor a basura y putrefacción.
Durante la inspección en el domicilio se pudo constatar que todos los animales hallados carecían de documentación sanitaria alguna que amparase su tenencia y que no tenían acceso ni a agua ni comida. Asimismo, en las distintas estancias de la vivienda se observaron animales muertos y en avanzado estado de descomposición como perros, conejos, gallinas, pollos y palomos. Igualmente, se hallaron especies protegidas de fauna silvestre (Fringílidos) encerradas en una de las habitaciones de la vivienda, así como un cerdo vietnamita, considerado una especie invasora.
Los agentes procedieron a incautar todos los animales domésticos y especies protegidas existentes en la vivienda, que han sido entregados a centros de recuperación de fauna.
Los animales de abasto que se encontraban en el lugar, tras su examen por un veterinario facultativo, han tenido que ser sacrificados y retirados por una empresa gestora, por ser considerados un riesgo para la salud pública y la sanidad animal.
Además, el SEPRONA ha formulado más de una decena de denuncias por las infracciones detectadas que se encuentran recogidas en la Ley 4/2009, de Protección Ambiental Integrada; la Ley 8/2003, de Sanidad Animal y Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad.