Por Mamela Fiallo Flor.- panampost.com
Jueves 28 de mayo de 2020
Decirle «hijo de un terrorista» al segundo vicepresidente de España tiene riesgo de persecución penal, pese a que es verdad. La portavoz del Partido Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, le dijo así a Pablo Iglesias en la tribuna del Congreso y fue retirado lo dicho —del diario de sesiones— por obra de la socialista Meritxell Batet, presidente de la Cámara de diputados, contra la voluntad de Álvarez.
Iglesias amenazó a la parlamentaria con consecuencias legales que pesarán contra ella, tal como le sucedió al eurodiputado Hermann Tertsch de Vox quien tuvo que indemnizar al diputado comunista por un valor de 12 mil euros.
Luego que Iglesias increpó a la parlamentaria por su título de nobleza, ella contestó que él pertenece a la aristocracia del crimen político. Pues mientras él alega que Cayetana —por su calidad de marquesa— se creía con impunidad, paradójicamente pide eso para él y sus coidearios.
La amenaza de Iglesias viola la Constutución
Cayetana llamó a Iglesias «burro de Troya de la democracia, embajador de los etarras». Citó declaraciones de él donde pone en evidencia su «intimidad con el inframundo de ETA» y también «complacencia con la violencia».
Dado el reciente pacto del gobierno con Bildu, en favor de los separatistas catalanes, Cayetana exclamó que el vicepresidente segundo tiene «un plan contra la democracia para violentar los derechos de los españoles, apadrinar a los que buscan la destrucción del Estado, legitimar la violencia y usar la pandemia para imponer su proyecto».
También destacó los vínculos de Iglesias y su partido con Hugo Chávez , los ayatolás de Irán y otros regímenes totalitarios.
Si bien Álvarez de Toledo ha sido cruda en sus declaraciones, está dentro del marco de la ley, quien la ha violado es Pablo Iglesias. Aunque en sesión el vicepresidente se jactó que los comunistas fueron claves en la elaboración de la Constitución del 78, él la viola hoy en perjuicio de la parlamentaria del PP.
El historial criminal del padre de Pablo Iglesias
Lo cierto es que el mismo Pablo Iglesias ha confesado el pasado terrorista de su padre que incluso estuvo en prisión en 1973 por su militancia en el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP).
Entre 1973 y 1975 el FRAP perpetró acciones terroristas, incluidos tres asesinatos condenados. En el famoso Proceso de Burgos de 1975 tres de sus militantes fueron condenados a muerte .
«Créanme si les digo que siendo hijo de un militante del FRAP y habiendo militado donde milité, tiene su mérito admirar a Carrillo», escribió Iglesias cuando murió el dirigente comunista Santiago Carrillo.
Incluso en redes sociales ha ostentado cómo su padre le cantaba consignas de grupos terroristas.
«En tiempos de engaño universal decir la verdad es un acto revolucionario»
A Iglesias no le bastó con defender el legado violento de su padre sino de los comunistas en su totalidad, pese al historial sanguinario de estos, alegó que el comunismo forma parte del ADN de la democracia.
Incluso su esposa, la ministra de Igualdad, increpó a Cayetana alegando que gracias a miembros de organizaciones terroristas como el padre de Iglesias es que ella goza de libertad de expresión.
Pero la realidad es que cuando los rojos han estado en el poder han perseguido a sus enemigos e incluso aliados ideológicos. George Orwell, el célebre autor de la novela ‘1984’ advirtió en su obra —con precisión— el peligro de una tiranía socialista. También en su libro ‘Rebelión en la Granja’, expuso la deshumanización que produce el comunismo. Orwell conoció en carne propia el socialismo y comunismo en España, cuando combatió en la Guerra Civil, al servicio de los rojos.
Relató cómo durante la Segunda República —cuando España estuvo al mando de los rojos— el POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista, trotskista y rival del Partido Comunista de España) se disolvió, se incautaron todos los locales y los rojos apresaron a los suyos e incluso los fusilaron.
«No se trataba de una redada de delincuentes; se trataba, simplemente, era un reinado del terror. Yo no era culpable de nada concreto, pero era culpable de «trotskismo». El hecho de haber servido en la milicia del POUM bastaba para ir a la cárcel. No servía de nada aferrarse a la noción inglesa de que uno puede estar tranquilo mientras no viole la ley. En la práctica, la ley era lo que la policía decía» detalla George Orwell en su ‘Homenaje a Cataluña’.
La reescritura de la historia fue parte clave de la obra de Orwell como manifiesto de la voluntad del padre del socialismo científico, Karl Marx, «en la sociedad burguesa el pasado domina el presente, en la sociedad comunista el presente domina el pasado».
Según esta lógica, no importa lo sucedido en el pasado sino tener el poder en el presente para que la única verdad sea la narrativa oficial del partido de gobierno.
Decía George Orwell que en tiempos de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario. En la España gobernada por la coalición socialista-comunista Cayetana Álvarez de Toledo se atrevió a decir la verdad y Pablo Iglesias asegura que no le saldrá gratis.
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