Lunes 03 de agosto de 2015
Albert Rivera se ha mostrado partidario de un Gobierno tripartito entre PP, PSOE y Ciudadanos si los votos conseguidos en las próximas elecciones generales por los dos principales partidos no son suficientes para obtener una mayoría parlamentaria estable.
El líder de Ciudadanos excluye a Podemos en ese hipotético pacto de estabilidad parlamentaria, a pesar de que la formación de Pablo Iglesias es la tercera fuerza en intención de voto (13%) por encima de Ciudadanos (10%), según las encuestas.
Rivera no utiliza explícitamente el término “Gobierno tripartito” y se remite a un acuerdo parlamentario a tres que permita unos “Pactos de La Moncloa del siglo XXI”, en alusión al acuerdo alcanzado por los partidos políticos con representación parlamentaria en octubre de 1977 al comienzo de la Transición.
En una entrevista a la agencia EFE, el presidente de Ciudadanos atribuye a su formación política la “centralidad” que haga posible el diálogo entre los “extremos”, en referencia a socialistas y populares.
Defiende su propuesta argumentando que “muchas encuestas ni siquiera dan posible un pacto a dos partidos, sino que se necesitarían hasta tres”. Sin embargo, Rivera parece olvidar que el gran logro de los Pactos de La Moncloa fue incorporar al entonces Partido Comunista de España.
Una reedición de los Pactos de la Moncloa que planteen las reformas necesarias integraría a todas las fuerzas parlamentarias, incluida Podemos que también representa uno de los “extremos”, según la terminología empleada por Rivera.
El presidente de Ciudadanos alude a un acuerdo a tres para lograr “mayorías parlamentarias” y rechaza un Gobierno tripartito. Rivera mantiene la estrategia adoptada por su formación de exigir cambios y cumplimientos de programas desde fuera de gobiernos autonómicos y corporaciones municipales para evitar el desgaste que supone el ejercicio del poder.
Sin embargo, esta hábil estrategia no tendría sentido en el Congreso de los Diputados. Es poco probable que PP y PSOE se conviertan en “rehenes” de Rivera con apoyos puntuales en el Parlamento sin que Ciudadanos se sometiese al deterioro que supone formar parte de un Gobierno tripartito.
En medios parlamentarios se llega, incluso, a calificar la propuesta de Rivera de un “brindis al Sol” porque según fuese el resultado de las elecciones, Ciudadanos podría pactar con el PP para frenar un frente PSOE-Podemos sin necesidad de un tripartito. Al final sería la aritmética parlamentaria la que decidiese la formación de un Gobierno de uno u otro color político.
Con su propuesta de acuerdo tripartito desde la “centralidad”, Rivera trata de hacerse indispensable en la próxima legislatura con solo el 10% de los votos abarcando dos posibles escenarios: pactando a secas con el PP impidiendo un frente PSOE-Podemos, o sumando escaños con el PP y el PSOE, si Pedro Sánchez finalmente no pacta con Podemos.
Noticias relacionadas