Pocas veces la opinión pública llega a conocer los acontecimientos que nos afectan tal y como son, y no como nos los cuentan. Las declaraciones de YanisVaroukafis, exministro de finanzas griego, al semanario británico “New Stateman” -de orientación izquierdista y fundado en 1913- y el resumen de una entrevista al semanario alemán “Die Ziet” adelantada en su blog personal (yanisvaroufakis.eu), permiten entender algo mejor la realidad de Europa con independencia de las antipatías o simpatías que nos despierte un personaje tan peculiar.
Por vez primera un político que ha estado dentro del núcleo que maneja los destinos de 500 millones de europeos nos revela una realidad bien diferente de las sonrientes fotos de familia, de los comunicados de prensa y de las filtraciones interesadas. La gravedad de lo que relata Varoufakis debe, al menos, hacernos reflexionar.
Es evidente que Grecia no ha hecho los deberes durante años, a costa del esfuerzo y el sacrificio del resto de países europeos. Pero también es lógico pensar que las negociaciones de la UE sobre la crisis griega no pueden reducirse, simplona o perversamente, a una cuestión de buenos y malos. De negro o blanco. El sentido común y el respeto democrático nos llevan a aceptar una gama de grises, o lo que es lo mismo: que las razones y argumentos de unos y otros deberían ser igualmente respetables.
En la entrevista publicada este jueves (16 de julio) por “Die Zeit”, Varoufakis vierte acusaciones muy duras que, de ser falsas, el Gobierno alemán ya debería haber desmentido o querellarse contra el exministro griego.
Revela que los cinco meses de intensas negociaciones entre Grecia y el Eurogrupoestaban condenadas de antemano y nunca tuvieron una oportunidad de éxito. “El propósito era preparar el terreno para lo que el ministro de Finanzas alemán,Wolfgang Schäuble, había decidido que era lo 'óptimo' mucho antes de que nuestro Gobierno fuese elegido: que había que facilitar a Grecia una salida ordenada del euro como medida de disciplina para todos aquellos Estados miembros que se resisten a su plan de reestructurar la zona euro”.
Asegura Varoufakis que no es una teoría conspirativa: “Sé que el Grexit es una parte importante del plan de Schäuble para Europa, ¡porque me lo dijo!”.
Alemania trataba de ponerse la venda antes de que se produjese la herida, apartando a Grecia de la moneda única como escarmiento para que los Gobiernos del sur de Europa siguiesen adelante con políticas de austeridad que permitiesen reducir la deuda y evitar la quiebra de sus economías.
Al fin y al cabo, la economía griega, con sus 12 millones de habitantes y una impagable deuda de 300.000 millones de euros, no es, ni por asomo, comparable a Italia, España o Francia, cuyas deudas suman casi cinco billones de euros.
La votación favorable del Parlamento griego al acuerdo de primer ministro Tsipras en Bruselas ha conjurado, de momento, el Grexit y facilitado un tercer rescate de 50.000 millones de euros. Queda pendiente la reestructuración de la deuda y, lo más importante, que el compromiso heleno se cumpla en todos sus extremos.
La permanencia de Grecia en el euro ha dado un respiro a Estados Unidos que bajo ningún concepto quería darle a Putin la baza de una Europa desunida en pleno pulso OTAN-Rusia por la crisis de Ucrania.
Fuerzas oscuras
En su entrevista al semanario “New Stateman”, Varoufakisafirma, de forma un tanto críptica, que en el Eurogrupo existen “fuerzas oscuras”. Reconoce que se sentía atraído por “la información oculta que uno consigue (…) al tener enfrente y hablar directamente con los poderes reales”. Sobre esos poderes enfatiza que “son como temías” y que la situación “es peor de lo que imaginabas".
El exministro del Gobierno de Syriza se siente impresionado por lo que considera “la completa falta de escrúpulos democráticos en nombre de los supuestos defensores de la democracia de Europa”. Para reforzar su afirmación, explica que líderes europeos muy poderosos le miraban fijamente a los ojos y le decían: “Tienes razón en lo que dices, pero de todos modos vamos a machacarte”.
Llega a afirmar que sus interlocutores no le escuchaban: “Tú planteas un argumento que has elaborado para asegurarte ser coherente y lógico, y enfrente tienes una mirada vacía, por lo que habría servido lo mismo cantar el himno nacional sueco”.
Varoufakisdesvelaalgo desconocido para el gran público: que el intransigente Wolfgang Schäuble es quien realmente controla el Eurogrupo. “Me dijo que, como en el euro hay 19 países y elecciones todo el tiempo, si se modificase el programa económico cada vez que hay un cambio de gobierno en un país, los acuerdos en la Unión no valdrían para nada”.
Para que se entienda mejor el poder de Alemania, el exministro pone como ejemplo que en el Eurogrupo todo funciona como "una orquesta afinada" donde el ministro alemán es “el director”. “Todo sucede en armonía. A veces la orquesta desafina, pero entonces él la reúne de nuevo y la devuelve al tono”.
La entrevista incluye una confidencia relativa a España. Varoukafis reconoce que existe una buena relación con Podemos, pero que cuanto más apoyaban éstos a Syriza, “más en contra se mostraba el ministro de Economía [De Guindos] con nosotros”.
¿Buenos, malos, blanco, negro o gama de grises? Cada uno, desde su libertad, tiene abierto el camino de la reflexión. La sociedad del conocimiento hoy nos permite, como nunca antes en la historia de la humanidad, contrastar y tratar de buscar la siempre elusiva verdad.