CLAVES

Sanidad al descubierto: Una mala gestión que ha llevado a un sobrecoste por material de 6,19 millones de euros

Carlos Pérez | Lunes 18 de mayo de 2020

Una vez más acudimos a un 'fallo' del Ministerio de Sanidad, que rectificó el martes 12 de mayo uno de los contratos en los que el proveedor figuraba con una 'dirección desconocida'. Hablamos del expediente 'Covid 29' por el suministro de 'diez dispositivos de ventilación mecánica'.



Por una 'situación de extrema urgencia', el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), dependiente del Ministerio de Sanidad a cargo de Salvador Illa, adjudicó 'sin publicidad acelerado' a MJ Steps el suministro de diez dispositivos de ventilación mecánica o respiradores.

Para ponernos en contexto, es la misma empresa a la que Sanidad abonó 5,21 millones de euros por un millón de hisopos (los bastoncillos con los que se hacen los test), que costaron a las arcas públicas 5,2 euros por unidad, cuando su valor de mercado no supera los 1,2 euros.

Sin embargo, la rectificación de Sanidad responde a los respiradores, cuya fecha de adjudicación del contrato fue el 31 de marzo, cuando España contaba con 5.607 pacientes graves ingresados en unidades de cuidados intensivos y 8.189 fallecidos.

El importe pagado a MJ Steps por los diez 'dispositivos de ventilación mecánica' fue de 380.000 euros, que con el IVA correspondiente del 21%, suma 79.800 euros, y 8.500 euros adicionales en concepto de 'tasas, aranceles y otros'. Un total de 468.300 euros, por lo que cada respirador costó 46.830 euros.

Documento de Sanidad

Un valor por encima de mercado

Tal y como pasó con los hisopos, se ha podido comprobar que el valor de cada aparato de MJ Steps está muy por encima del valor de mercado de la compañía, ya que en una búsqueda normal de internet se pueden encontrar por menos de 20.000 euros.

No obstante, hay otros dispositivos de otros fabricantes y de calidad semejante, tal y como apuntan varios expertos, como el Dräger Oylog 2.000, o el V60 de Respironics (Phillips), cuyo precio rondaría los 16.000 euros.

Estamos hablando, por tanto, de un sobrecoste que asciende a 6,19 millones de euros entre las dos transacciones, que han ido a parar a Volkestwill, en Suiza, donde se encuentra la sede de la empresa pese a que por un 'error administrativo' no aparecia su procedencia en el portal de contrataciones hasta ahora.

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