La USCIS (Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU.) implementará un nuevo protocolo para examinar las redes sociales de los solicitantes en busca de actividad antisemita, lo que podría resultar en la denegación de visas, tarjetas verdes o visas estudiantiles. El apoyo a grupos terroristas como Hamas y Hezbollah o ideologías extremistas también será motivo de exclusión de la residencia o ciudadanía en EE. UU. Esta política se alinea con las promesas de campaña del expresidente Trump para restringir la inmigración basada en amenazas ideológicas, citando el ataque de Hamas a Israel como justificación. La DHS aplicará las leyes migratorias con rigor contra aquellos vinculados al antisemitismo o terrorismo, aunque no se ha definido claramente qué constituye el antisemitismo.
La Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) ha implementado una nueva política que permite a los funcionarios federales examinar la actividad en redes sociales de los solicitantes de visas, con el objetivo de detectar comportamientos antisemitas. Esta medida podría resultar en la denegación de visas, tarjetas verdes o permisos de estudio para aquellos que muestren apoyo a actividades antisemitas, grupos terroristas como Hamas o Hezbollah, o ideologías extremistas como el comunismo o el fascismo.
El anuncio indica que cualquier indicio de actividad antisemita en las redes sociales será considerado un motivo suficiente para negar solicitudes de beneficios migratorios. USCIS señaló que comenzará a evaluar la actividad antisemita en línea y el acoso físico hacia individuos judíos como criterios válidos para rechazar peticiones de inmigración.
Bajo esta nueva normativa, los solicitantes de visa, residentes permanentes legales y estudiantes extranjeros vinculados a instituciones educativas podrían enfrentar la negación de beneficios migratorios si su historial en redes sociales revela actividad antisemita. Esto incluye la aprobación del terrorismo antisemita o el respaldo a organizaciones consideradas terroristas.
A pesar de la implementación inmediata de esta política, aún no se ha especificado cómo se definirá el antisemitismo, lo que deja un amplio margen para la interpretación durante su aplicación.
Esta medida está alineada con las promesas de campaña del expresidente Donald Trump para restringir la inmigración basada en amenazas ideológicas, citando el ataque perpetrado por Hamas contra Israel en octubre como justificación para estas acciones.
La directriz refuerza las órdenes ejecutivas del presidente Trump dirigidas a combatir el antisemitismo y las amenazas a la seguridad nacional. Estas incluyen medidas específicas para proteger al país de terroristas extranjeros y otros riesgos para la seguridad pública.
Durante su campaña presidencial en 2024, Trump ya había anunciado esta estrategia. "No permitiremos más que lunáticos peligrosos, odiosos y maniáticos obtengan residencia en nuestro país", afirmó durante un discurso en Iowa. También advirtió que aquellos que simpatizan con terroristas radicales o apoyan ideologías extremistas serían descalificados para obtener ciudadanía estadounidense.
"Las atrocidades en Israel son un recordatorio horrible de que la seguridad migratoria es parte integral de la seguridad nacional", añadió Trump, enfatizando que las leyes migratorias estadounidenses están diseñadas para proteger al país y no al resto del mundo.
En consonancia con esta política, se ha facultado al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para aplicar las leyes migratorias "al máximo grado" contra aquellos extranjeros vinculados al antisemitismo o al terrorismo. La asistente secretaria del DHS, Tricia McLaughlin, subrayó que no hay lugar en Estados Unidos para quienes apoyan el terrorismo y que no se permitirá su entrada ni permanencia en el país.
Esta nueva política representa un cambio significativo en los procedimientos migratorios y refleja un enfoque más riguroso hacia quienes buscan ingresar a Estados Unidos bajo circunstancias controvertidas relacionadas con ideologías extremas.