Una niña de 8 años, Daisy Hildebrand, falleció en Texas tras ser diagnosticada con sarampión, pero expertos médicos han determinado que su muerte se debió a una neumonía adquirida en el hospital causada por una cepa resistente de E. coli y errores médicos. Entre las fallas críticas en su tratamiento se incluyen la interrupción prematura de antibióticos y la administración incorrecta de medicamentos. Este caso ha reavivado el debate sobre la seguridad y eficacia de las vacunas contra el sarampión, destacando la necesidad de mejorar los protocolos médicos y la transparencia en la investigación sobre vacunas. La muerte de Daisy subraya la importancia de abordar tanto los errores en el tratamiento como las preocupaciones sobre la vacunación en salud pública.
La muerte de Daisy Hildebrand, una niña de ocho años en Texas, ha suscitado un intenso debate sobre el tratamiento de la sarampión y las implicaciones de los errores médicos en su caso. Inicialmente, el Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas (DSHS) informó que la causa del fallecimiento fue un «fallo pulmonar por sarampión». Sin embargo, un análisis exhaustivo de sus registros médicos realizado por expertos en salud reveló que la causa más probable fue una neumonía adquirida en el hospital, agravada por múltiples fallas en su atención médica.
Daisy fue admitida en el Hospital Universitario de Niños en Lubbock, Texas, el 21 de marzo con neumonía comunitaria, una infección urinaria y deshidratación. Tras dar positivo por sarampión el 24 de marzo, recibió tratamiento con antibióticos y oxígeno. Aunque inicialmente mostró signos de mejoría y fue dada de alta ese mismo día, su estado se deterioró rápidamente, lo que llevó a su readmisión el 27 de marzo con fiebre alta, tos y dificultad para respirar.
El Dr. Pierre Kory, especialista en pulmonología y cuidados críticos, revisó los registros médicos de Daisy y determinó que su fallecimiento se debió a un síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) secundario a una neumonía adquirida en el hospital. Kory identificó como causante a una cepa altamente resistente de E. coli, que probablemente contrajo durante su primera estancia en la unidad de cuidados intensivos.
Kory destacó varios errores críticos durante el tratamiento que pudieron haber contribuido a la muerte de Daisy:
Este caso ha reavivado el debate sobre la seguridad y eficacia de las vacunas contra el sarampión. Si bien estas han reducido considerablemente los casos reportados en Estados Unidos, persisten preocupaciones sobre la inmunidad decreciente entre los vacunados y posibles efectos secundarios asociados.
Tasas de mortalidad por sarampión:
Aquellos que defienden la inmunidad natural argumentan que contraer sarampión puede ofrecer una protección más completa comparado con la vacuna. Mary Holland, directora ejecutiva de Children’s Health Defense, subrayó la necesidad de considerar opciones como las vacunas individuales contra el sarampión como alternativas más seguras al MMR.
A medida que continúan los debates sobre este tema crítico, es esencial equilibrar las medidas públicas con las preocupaciones individuales sobre salud y garantizar que se identifiquen y aborden los errores médicos para prevenir tragedias similares en el futuro.
Fuentes incluyen: