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EE.UU. intensifica ataques en Yemen y afirma que Irán está debilitado

Conflicto Yemení

OpenAI | Lunes 07 de abril de 2025

El gobierno de EE. UU. ha intensificado sus ataques aéreos contra los rebeldes hutíes en Yemen, afirmando que estas operaciones han debilitado significativamente a Irán. Desde el 15 de marzo, se han realizado más de 200 bombardeos, marcando un cambio hacia una estrategia más agresiva en comparación con la administración Biden, que se centró en desactivar sitios de misiles. Esta campaña busca asegurar las rutas comerciales del Mar Rojo y responde a los ataques hutíes contra Israel y buques estadounidenses. Sin embargo, la falta de autorización formal del Congreso para estos ataques ha generado preocupaciones legales y políticas sobre el posible involucramiento prolongado de EE. UU. en el conflicto. A pesar de los esfuerzos militares, los hutíes siguen siendo resistentes, lo que plantea desafíos para lograr una resolución rápida.



La Casa Blanca ha informado que las operaciones militares estadounidenses en curso han debilitado significativamente a Irán. El presidente Donald Trump autorizó el 15 de marzo una nueva serie de ataques aéreos, que se suman a más de 200 bombardeos realizados por el Pentágono. Esta campaña actual, caracterizada por ataques aéreos más agresivos dirigidos a la dirección de los hutíes y sus bastiones urbanos, contrasta con el enfoque más limitado de la administración Biden, que se centró en desactivar sitios de misiles.

El conflicto, alimentado por los envíos de armas iraníes y los ataques con misiles hutíes contra Israel, resalta una guerra por poderes en expansión. A pesar de los bombardeos estadounidenses, los hutíes continúan mostrando resistencia, lo que plantea desafíos para lograr una resolución rápida.

Cuestionamientos legales y políticos

La falta de autorización formal del Congreso para estos ataques, junto con revelaciones sobre discusiones no divulgadas sobre la planificación bélica, ha suscitado interrogantes legales y políticos. Críticos advierten sobre el riesgo de un nuevo conflicto prolongado en Oriente Medio. Estados Unidos enfrenta un dilema estratégico: equilibrar la necesidad de frenar la influencia iraní con el peligro de caer en otro atolladero militar.

A pesar del compromiso del gobierno estadounidense con su postura beligerante, la prolongación de esta campaña podría enfrentar un mayor escrutinio y debate interno. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, subrayó el impacto operativo al afirmar que “se han realizado más de 200 ataques exitosos. Irán está increíblemente debilitado como resultado”. Sin embargo, ni las fuerzas estadounidenses ni los hutíes han confirmado bajas significativas entre sus líderes.

Un conflicto sin fin a la vista

Este conflicto se remonta a 2015, cuando Estados Unidos acusó por primera vez a Irán de armar a los hutíes, una afirmación respaldada por interceptaciones de envíos de armas en el Golfo Pérsico. A pesar de años de bombardeos, el grupo permanece arraigado y ha lanzado al menos ocho misiles balísticos hacia Israel en las últimas semanas.

El vicealmirante retirado Kevin Donegan advirtió sobre las expectativas de una victoria rápida: “Aquellos que dicen ‘vamos a entrar y eliminar a todos los que tengan el apellido Houthi’ están equivocados. La dirección hutí ha sido eliminada antes y han regresado más fuertes”, declaró a AFP.

Mientras tanto, Irán continúa su campaña mediante proxies con un costo mínimo. Los hutíes afirman haber derribado su decimosexto dron estadounidense esta semana, una afirmación que el Pentágono aún no ha abordado.

Desafíos para Estados Unidos

La ausencia de una autorización formal del Congreso para los ataques ha planteado cuestiones legales y políticas adicionales. Tras las revelaciones sobre "Signalgate", críticos argumentan que la administración corre el riesgo de involucrar a Estados Unidos en otro conflicto prolongado sin objetivos claros.

A medida que el Pentágono opera en lo que algunos analistas denominan “el patio trasero” de Irán, los hutíes no muestran signos de retroceso. Con las rutas comerciales del Mar Rojo aún vulnerables y una creciente preocupación bipartidista sobre la extensión de la campaña militar, Estados Unidos enfrenta un dilema: escalar aún más o buscar una salida negociada. Por ahora, la Casa Blanca parece comprometida con su postura dura; sin embargo, cuanto más tiempo continúen los ataques, más fuerte será el debate interno.

El conflicto entre Estados Unidos y los hutíes se ha convertido en una prueba crucial para determinar la capacidad de Washington para frenar la influencia iraní sin caer en otro atolladero militar. Aunque la administración Trump destaca éxitos tácticos, la resiliencia hutí e Irán utilizando estrategias proxy económicas sugieren que se avecina una lucha prolongada.

La noticia en cifras

Cifra Descripción
200 Número de airstrikes realizados por el Pentágono hasta la fecha del informe.
8 Número de misiles balísticos lanzados por los Houthis hacia Israel en semanas recientes.
16 Número de drones estadounidenses que los Houthis afirman haber derribado esta semana.

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