El presidente Trump firmó una orden ejecutiva para aumentar la producción nacional de minerales críticos como el uranio y los elementos de tierras raras, con el objetivo de mejorar la independencia energética de EE. UU. La medida acelera proyectos mineros, simplifica permisos y prioriza tierras federales para reducir la dependencia de importaciones extranjeras. Además, se espera un acuerdo con Ucrania que otorgará acceso a depósitos de minerales valorados en $500 mil millones a cambio de apoyo militar. Esta iniciativa busca fortalecer la seguridad nacional, crear empleos y posicionar a EE. UU. como líder global en producción mineral.
El presidente Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva con el objetivo de incrementar la producción nacional de minerales críticos, tales como el uranio y los elementos de tierras raras, en un esfuerzo por fortalecer la independencia energética de Estados Unidos. Esta medida busca acelerar los proyectos mineros, simplificar los procesos de permisos y priorizar las tierras federales para la producción mineral, con el fin de reducir la dependencia de importaciones extranjeras.
La orden también contempla un acuerdo pendiente con Ucrania que permitiría a Estados Unidos acceder a depósitos valorados en $500 mil millones de minerales raros a cambio de apoyo militar. Además, se están explorando soluciones innovadoras, como la extracción de elementos de tierras raras del ceniza de carbón, lo que podría desbloquear recursos por un valor aproximado de $8.4 mil millones.
La iniciativa tiene como propósito no solo crear empleos, sino también posicionar a Estados Unidos como un líder global en la producción de minerales críticos y en la independencia energética. Durante una ceremonia en la Casa Blanca, Trump destacó la importancia de esta acción: “Es algo grande para este país”, afirmando que se están firmando acuerdos en diversas ubicaciones para acceder a estos recursos.
Desde hace tiempo, Estados Unidos ha dependido de importaciones de minerales críticos, especialmente provenientes de China, que domina el mercado global de tierras raras. La orden ejecutiva subraya los riesgos para la seguridad nacional asociados con esta dependencia, señalando que “la regulación federal excesiva ha erosionado la producción mineral del país”.
Para abordar esta situación, la orden otorga a las agencias federales el poder para agilizar proyectos mineros y desarrollar mecanismos financieros que respalden los esfuerzos mineros nacionales. También se investiga cómo aprovechar los subproductos del carbón como recurso valioso.
Además de las iniciativas nacionales, la administración Trump está buscando establecer acuerdos internacionales para asegurar el acceso a minerales críticos. Se espera que pronto se finalice un acuerdo con Ucrania sobre sus depósitos significativos. “Estamos haciendo muy bien respecto a Ucrania y Rusia”, comentó Trump sobre las negociaciones.
Asimismo, se están llevando a cabo conversaciones con la República Democrática del Congo para establecer asociaciones mineras que diversifiquen las cadenas de suministro mineral estadounidense y reduzcan su dependencia del país asiático. Esta orden ejecutiva representa un paso significativo hacia el dominio energético y asegura que Estados Unidos continúe siendo competitivo en la economía global.
A medida que se implementan estas iniciativas, el enfoque en la innovación refleja un compromiso por convertir desafíos en oportunidades. Con el aumento previsto en la demanda global por minerales críticos, los esfuerzos del gobierno podrían posicionar a América como líder en la búsqueda de independencia energética.
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