Enrique_MONTÁNCHEZ | Martes 07 de julio de 2015
Angela Merkel ha rechazado la convocatoria de una conferencia internacional para estudiar un reajuste de la impagable deuda de los países del sur de Europa (Grecia, Italia, Francia, España y Portugal), propuesta por el primer ministro griego, Alexis Tsipras, según ha transcendido en medios diplomáticos de Bruselas.
La canciller parece olvidar la conferencia sobre la deuda externa alemana, conocida con el nombre de Acuerdo de Londres, en 1953, por el cual 25 países acreedores hicieron una quita superior al 50% de las deudas contraídas por Alemania en el periodo de entreguerras (Primera Guerra Mundial y Segunda Guerra Mundial) y la posguerra,que permitió el despegue de su economía, conocido como “el milagro alemán”.
La deuda de los cinco países del sur de Europa supera los 5,5 billones de euros. Grecia 320.000 millones (180% del PIB), Italia 2 billones (132% del PIB), Francia 2 billones (95% del PIB), España 1 billón (98% del PIB) y Portugal 225.000 millones (130% del PIB).
La postura irreductible de Merkel y su ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble para abordar la convocatoria de una conferencia internacional sobre la deuda que lastra el despegue económico del sur de Europa, recibe críticas cada vez más del Eurogrupo.
Los diplomáticos europeos refrescan la memoria a los negociadores germanos sobre la terrible posguerra de Alemania sumida en la devastación y el hambre tras la derrota del régimen nazi.
El Acuerdo de Londres es el primer y desconocido ejemplo moderno de la reestructuración de la deuda de un país soberano. En 1950 la recién creada República Federal de Alemania era incapaz de pagar los préstamos que había contraído tanto en la posguerra como durante la República de Weimar (1918-1933)para satisfacer los acuerdos de reparación del Tratado de Versalles de 1919, que ya habían sido aplazados dos veces.
La cancelación de la mitad de la deuda alemana con instituciones públicas y acreedores privados ascendió a 30.000 millones de marcos de la época, lo que representaba el 150% de sus exportaciones. Asimismo, se redujeron de forma generosa los intereses sobre el resto de la deuda.
Se da paradoja de que Grecia fue una de las naciones que participó en las negociaciones de la quita de la deuda germana. En los Acuerdos de Londres intervinieron delegados de los países acreedores, el Banco de Pagos Internacionales (BPI) y representantes de acreedores privados.
Firmaron el acuerdo, entre otros países, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia, España, Canadá, Bélgica, Suiza, Grecia, Dinamarca, Noruega, Suecia, Yugoslavia, Liechtenstein y Luxemburgo.
Estados Unidos jugó un papel determinante en los Acuerdos de Londres. A pesar de ser el mayor donante de créditos desde el final de la Segunda Guerra Mundial para la reconstrucción de Alemania, dio por bien empleada la condonación de más de la mitad de la deuda germana si con ello el pueblo alemán recuperaba la confianza en sí mismo y su desarrollo económico servía para frenar la expansión de la Unión Soviética.
Sesenta años después se repite en el continente europeo una situación parecida. Washington trata de convencer a Merkel y al Eurogrupo para que negocien con Grecia una quita de su deuda, e impedir con ello que abandone el euro y ofrecer en bandeja a la Rusia de Putin la ruptura de la moneda única.
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