CLAVES

Biden administration accused of using financial surveillance to target conservatives

Surveillance financiera

OpenAI | Martes 18 de marzo de 2025

La organización Alliance Defending Freedom (ADF) ha presentado solicitudes de FOIA para investigar el uso indebido de la vigilancia financiera por parte de la administración Biden, acusándola de monitorear a conservadores. Las solicitudes se centran en la posible colusión entre agencias federales como el Tesoro, el FBI y el DHS con bancos privados para marcar transacciones relacionadas con creencias políticas bajo el pretexto de combatir "extremismo doméstico". Un informe del Comité Judicial de la Cámara reveló que se alentó a los bancos a vigilar transacciones con palabras clave como "Trump" y "MAGA", lo que plantea preocupaciones sobre la privacidad financiera y la libertad de expresión. La ADF advierte que esta vigilancia representa un peligroso precedente que podría suprimir la disidencia y amenazar las libertades fundamentales, instando al Congreso a actuar para limitar el exceso de poder del gobierno.



La organización Alliance Defending Freedom (ADF) ha presentado solicitudes bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA) dirigidas a la administración de Biden, acusando un uso indebido de la vigilancia financiera para monitorear a conservadores. Estas solicitudes se centran en una posible colusión entre agencias federales, como el Tesoro, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), y bancos privados para señalar transacciones vinculadas a creencias políticas, bajo el pretexto de combatir el “extremismo doméstico”.

Un informe del Comité Judicial de la Cámara de Representantes reveló que las agencias federales incentivaron a los bancos a vigilar transacciones por palabras clave como “Trump”, “MAGA” y compras de textos religiosos o suscripciones a medios conservadores, frecuentemente sin justificación criminal clara.

Preocupaciones sobre la privacidad financiera

La ADF y sus críticos argumentan que esta vigilancia representa un peligroso exceso que amenaza la privacidad financiera y la libertad de expresión. La capacidad del gobierno para monitorear transacciones podría suprimir la disidencia y dirigir ataques hacia individuos basados en sus afiliaciones políticas o religiosas.

La investigación realizada por la ADF destaca preocupaciones más amplias sobre la colaboración gubernamental con entidades privadas, como empresas tecnológicas y bancos, para reprimir discursos y monitorear ciudadanos. Esta problemática va más allá de la vigilancia financiera e incluye moderación de contenido en línea.

Advertencias sobre el precedente peligroso

Tanto la ADF como legisladores advierten que una vigilancia descontrolada establece un precedente peligroso, arriesgando una tiranía y la pérdida de libertades fundamentales. Se exige una acción inmediata del Congreso para limitar el exceso federal y proteger los derechos de los ciudadanos.

En un desarrollo alarmante que resalta las crecientes preocupaciones sobre el abuso gubernamental, la ADF ha solicitado información sobre cómo se ha utilizado la vigilancia financiera para identificar a opositores políticos. Las solicitudes están dirigidas al Departamento del Tesoro, al FBI y al Departamento de Seguridad Nacional, buscando esclarecer cómo estas agencias podrían haber colaborado con organizaciones privadas para monitorear las transacciones financieras de conservadores.

Colusión entre grandes instituciones

El núcleo de las solicitudes FOIA realizadas por la ADF es la supuesta colaboración entre agencias federales e instituciones financieras privadas para vigilar transacciones consideradas “sospechosas” o “extremistas”. Según el informe del Comité Judicial, el FBI y la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) del Departamento del Tesoro alentaron a los bancos a revisar datos de clientes en busca de términos como “Trump” o “MAGA”, así como compras relacionadas con textos religiosos o medios conservadores. Estas transacciones fueron señaladas para una investigación adicional sin un nexo criminal claro.

“Los estadounidenses merecen un gobierno que defienda sus derechos constitucionales”, afirmó Phil Sechler, abogado principal de ADF. “Lamentablemente, parece que la administración Biden ha utilizado su poder federal para obligar a empresas privadas y bancos a espiar a los estadounidenses. Los documentos fundacionales de nuestro país prohíben tal espionaje burocrático.”

Erosión de libertades fundamentales

No se trata únicamente de privacidad financiera; es una cuestión relacionada con la erosión de libertades fundamentales. La capacidad del gobierno para controlar las transacciones financieras le otorga un poder sin precedentes para silenciar disidencias. Como señaló Mercer Martin, abogado legal en ADF, organizaciones como el Southern Poverty Law Center han colaborado en este esfuerzo creando listas negras y alentando a los bancos a discriminar contra sus clientes basándose en afiliaciones políticas o religiosas.

Las solicitudes FOIA también arrojan luz sobre lo que se denomina "complejo industrial de censura", un término que describe la colusión entre agencias gubernamentales y entidades privadas para reprimir discursos y monitorear ciudadanos. Además de la vigilancia financiera, ADF busca registros sobre comunicaciones entre el FBI y gigantes tecnológicos como Meta, Google y X (anteriormente Twitter), relacionados con términos como “desinformación” o “discurso del odio”.

Peligros inminentes ante nuevas tecnologías

No es la primera vez que se acusa al gobierno federal de externalizar censura hacia empresas privadas. Durante la pandemia COVID-19, enfrentó críticas por presionar a plataformas sociales para eliminar contenido considerado “desinformación”. Ahora parece que se aplica un enfoque similar hacia las transacciones financieras.

Las implicaciones son graves. Como advierte el informe del Comité Judicial, la integración de nuevas tecnologías como identificaciones digitales e inteligencia artificial podría permitir al gobierno monitorear cada movimiento financiero realizado por los estadounidenses. “Todos los ciudadanos deberían estar alarmados por cómo se recopilan sus datos financieros”, afirma el informe.

Afrontando un futuro incierto

El supuesto uso indebido por parte de la administración Biden no solo representa un escándalo; constituye un precedente peligroso que amenaza los cimientos mismos de una democracia saludable. Históricamente, aquellos gobiernos que han buscado controlar las actividades financieras han buscado consolidar poder y suprimir disidencias. Desde el régimen Stasi en Alemania Oriental hasta acciones similares durante administraciones anteriores en Estados Unidos, queda claro: una vigilancia descontrolada conduce hacia regímenes opresivos.

Los esfuerzos realizados por ADF para descubrir esta situación son pasos cruciales hacia una mayor rendición de cuentas gubernamental. Sin embargo, solo lograr transparencia no será suficiente; es imperativo que el Congreso actúe rápidamente para restringir este estado vigilante y asegurar que las agencias federales no abusen su poder contra opositores políticos.

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