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CGT convoca a un tercer paro general contra Milei para el 8 de abril

Paro general

OpenAI | Martes 18 de marzo de 2025

La Confederación General del Trabajo (CGT) ha anunciado un tercer paro general contra el gobierno de Javier Milei, programado para el 8 de abril. Esta medida se enmarca en un contexto de creciente oposición y desestabilización hacia el Ejecutivo, coincidiendo con la movilización opositora del 24 de marzo. La CGT busca frenar las reformas impulsadas por Milei, a pesar de su respaldo popular. La decisión fue tomada tras una reunión con la cúpula piquetera de la UTEP, reflejando un alineamiento con sectores más radicales del peronismo y la izquierda. Este paro, que será el tercero en solo cuatro meses, evidencia una escalada sin precedentes en la respuesta sindical al gobierno actual.



La Confederación General del Trabajo (CGT) ha anunciado su intención de llevar a cabo un tercer paro general contra el gobierno de Javier Milei, programado para el próximo 8 de abril. Esta decisión se enmarca dentro de una serie de acciones que buscan desestabilizar al Ejecutivo, y se complementa con la confirmación de su participación en la movilización opositora del 24 de marzo, una fecha emblemática utilizada históricamente por sectores vinculados al kirchnerismo.

La determinación fue tomada durante un encuentro con líderes de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), encabezada por Juan Grabois, lo que pone de manifiesto el alineamiento de la central obrera con los sectores más radicales del peronismo y la izquierda.

Contexto del paro general

A pesar del respaldo popular hacia las reformas propuestas por Milei, los sindicatos han optado por implementar medidas de presión y movilizaciones en un intento por frenar su avance. El Consejo Directivo de la CGT se reunirá el 20 de marzo en su sede histórica para definir los pormenores del paro. Aunque aún no está claro si esta protesta incluirá una movilización hacia el Congreso o a la Casa Rosada, es evidente que los líderes sindicales han decidido abandonar cualquier posibilidad de diálogo con el gobierno.

"El paro ya tiene fecha, los detalles se resolverán el jueves", afirmó un dirigente sindical a medios locales. Este será el tercer paro general contra Milei en apenas cuatro meses, marcando una escalada sin precedentes en las acciones opositoras.

Análisis del impacto social

El primer paro tuvo lugar el 24 de enero, solo 45 días después de que Milei asumiera el cargo, estableciendo un récord en la oposición a un gobierno democrático. El segundo ocurrió el 9 de mayo, afectando significativamente al transporte público y generando un impacto considerable en la sociedad.

Recientemente, durante un evento realizado en el Salón Felipe Vallese, la CGT formalizó su alianza con la UTEP. Líderes como Héctor Daer, Hugo Moyano, Andrés Rodríguez, y José Luis Lingeri, celebraron esta convocatoria al paro junto a representantes del movimiento piquetero, reflejando así una fusión entre el sindicalismo tradicional y las organizaciones sociales.

Puntos críticos y adhesiones esperadas

No obstante, uno de los factores clave para determinar la magnitud del paro será la participación de los sindicatos del transporte. Hasta ahora, las dos centrales que agrupan a estos gremios –la CATT, alineada con Moyano, y la UGATT, su contraparte– han mostrado cautela ante este escenario.

Aunque inicialmente consideraron sumarse a una marcha convocada por gremios afines para protestar por los derechos jubilatorios, finalmente decidieron retirarse debido a preocupaciones sobre posibles disturbios tras recientes enfrentamientos con las fuerzas policiales. En contraste, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) ha confirmado su adhesión a las manifestaciones programadas, anunciando un cese de actividades desde mediodía para marchar hacia el Congreso.

Estrategia política detrás del conflicto laboral

A medida que avanza esta situación, queda claro que más allá de ser una simple protesta laboral, las acciones emprendidas por la CGT forman parte de una confrontación política abierta contra el gobierno actual. El trasfondo revela que este movimiento no solo busca defender los derechos laborales, sino también preservar privilegios asociados al sindicalismo kirchnerista. La interrogante persiste: ¿logrará esta estrategia mantener su efectividad ante un creciente apoyo popular hacia las reformas libertarias?

A medida que se desarrolla este conflicto, se observa una polarización creciente en torno a las políticas gubernamentales y sus repercusiones sociales.

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