Pedro_Canales | Lunes 06 de julio de 2015
La propuesta de Marruecos para dotar a la antigua colonia española del Sahara Occidental de un Estatuto de Autonomía, forma parte de un ambicioso experimento estratégico-políticodestinado a rescatar los “estados fallidos” del continente africano.
“El plan autonómico propuesto por Marruecos al Consejo de Seguridad de la ONU y al Frente Polisario, va mucho más allá de una simple regionalización administrativa”, sostiene la profesora de Derecho Constitucional Amina El Messaoudi, miembro del Comité que elaboró la propuesta marroquí.
La doctora Messaoudi ha intervenido como ponente en los cursos de verano de la Universidad Rey Juan Carlos I organizados por el Club Español de Amistad con Marruecos y celebrados en el Congreso de Diputados en Madrid, con la finalidad de estudiar el proceso de cambios y transformaciones ocurridos en Marruecos en los 15 años de reinado de Mohamed VI.
Mientras que la prestigiosa académica hizo un examen exhaustivo de la Constitución de 2011, poniendo de relieve su modernidad al incorporar nuevos instrumentos de ejercicio del poder, la doctora Amina Benjadra y el alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nabil Adghoghi, completaron las jornadas con el estudio de los capítulos energético y diplomático.
La asignatura pendiente de la descolonización del SaharaOccidental fue analizada por la delegación marroquí como la ocasión para esbozar un modelo territorial capaz de trascender las fronteras de la antigua colonia española y ser aplicado en determinados países de África.
El proceso descolonizador del continente africano generó, en la mayoría de los casos, gobiernos nacionales basados en un partido único, que frenaron, cuando no aplastaron, las reivindicaciones étnicas, culturales y territoriales existentes en todos los países de África, según los ponentes marroquíes.
La transición de los regímenes de partido único a sistemas democráticos ha generado “países fallidos”, como Somalia y actualmente Libia; “países rotos”, como Sudán o el Congo; y “países convulsos”, como Malí o Nigeria.
La propuesta de Autonomía Avanzada en el territorio del Sahara Occidental permitiría combinar la unidad del Estado (defensa, unidad religiosa, moneda y diplomacia), con el poder local surgido de las urnas, determinante en el control y distribución de los recursos naturales, proporcionar seguridad interior, preservar la cultura y la lengua y administrar justicia.
“El esquema jurídico-político de la autonomía es más avanzado que el existente en España con la Generalitat de Cataluña o el Estatuto vasco”, sostiene la doctora Amina El Messaoudi, que confiesa que en la elaboración del Estatuto del Sahara y la nueva Constitución marroquí de 2011 estuvieron presentes la Carta Magna española aprobada al comienzo de la Transición y el modelo territorial español.
El foro académico ha sido el escenario donde se ha expuesto un modelo de cooperación pionera entre Marruecos y España estableciendo “hojas de ruta sectoriales” que permitan crear un clima de diálogo permanente. Los sectores abarcan los problemas bilaterales de carácter territorial, energético, la lucha contra la inmigración ilegal, el terrorismo y el crimen organizado.
Los ponentes abordaron las convulsiones geopolíticas internacionales y el peligro común que supone el terrorismo yihadista. Sobre esta cuestión subrayaron el papel de España y Marruecos como guardianes del Estrecho y el papel de ambas naciones en calidad de garantes de la paz y la estabilidad de la región.
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