CLAVES

EEUU presiona a Europa para impedir que Grecia abandone el euro

Lunes 06 de julio de 2015
La maquinaria diplomática norteamericana y sus agencias de inteligencia trabajan contra reloj para convencer a los dirigentes europeos, tras la contundente victoria de Alexis Tsipras en el referéndum del domingo, de que flexibilicen sus posturas y evitar que Grecia abandone el euro.

Con el 61% de los votos a favor del “no” a la última propuesta del Eurogrupo (25 de junio) que proponía una nueva tanda de recortes, el primer ministro griego ha provocado un terremoto que ha situado a Europa al borde de que la moneda única salte por los aires y con ella la Unión Europea trabajosamente edificada en el último medio siglo.

Estados Unidos vuelca su influencia en convencer a los principales países del Eurogrupo (en total 18, sin contar Grecia) para que suavicen su hostilidad y negocien con el líder de Syriza.

Washington teme que la deserción griega del euro entregue en bandeja a Putin una doble victoria: la desestabilización económica y política de Europa y atraerse al país heleno a su esfera de influencia.

Putin ofreció a Tsipras en la reunión que ambos mantuvieron el pasado 19 de junio en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo inversiones y financiación para salvar a Grecia de la ruina en el caso de que se viera obligado a abandonar el euro.

La diplomacia estadounidense trata de generar un “escenario de flexibilidad” entre los dirigentes europeos y Tsipras, según fuentes diplomáticas en Bruselas. La primera muestra de que Atenas mantiene su disposición negociadora ha sido el anuncio este lunes de la dimisión del ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, representante del ala más dura del gobierno.

Varoufakis se había convertido en la “bestia negra” del Eurogrupo por su actitud bronca y desafiante. Su desaparición de la mesa de negociaciones contribuirá a crear de nuevo un clima de confianza.

Cumbre de emergencia

Las próximas horas son vitales para la permanencia de Grecia en el euro. La comunidad de inteligencia europea y norteamericana informaba este lunes de que el Kremlin tenía preparado un golpe de efecto: el anuncio de la entrega a Atenas, a fondo perdido, de varios miles de millones de euros para que los bancos griegos pudieran atender las necesidades más básicas de la población si el Banco Central Europeo no liberaba dinero a las entidades financieras griegas.

Una negativa del presidente del Banco Central Europeo, Mari Draghi, a liberar fondos para que los cajeros griegos vuelvan a disponer de efectivo daría pie a revueltas sociales.

Este lunes (6 de julio) Angela Merkel y François Hollande cenarán en París para llevar una postura común a la cumbre de emergencia convocada el martes en Bruselas. En las últimas semanas El Elíseo protagoniza un acercamiento inusual con el gobierno griego, probablemente influido por Estados Unidos, mientras que Alemania muestra una posición más irreductible.

La Cumbre del martes (7 de julio) tendrá tres objetivos:


      • Fijar una postura común en la negociación con Grecia.

      • Preparar un plan de acción humanitaria con el fin de atender las necesidades de los jubilados, la población infantil y suministros médicos a hospitales.

      • Debatir una quita de la deuda griega.



Sobre este último punto, el Fondo Monetario Internacional (FMI), organización tutelada por Estados Unidos con sede en Washington, reconocía en su último informe días antes del referéndum que la deuda de Grecia es “insostenible” y se sumaba a la petición norteamericana de hacer una quita de la deuda.

Asimismo, solicitaba al Eurogrupo que concediese un tercer rescate a Atenas de 36.000 millones de euros hasta 2018. El documento del FMI estima que entre octubre de 2015 y finales de 2018, Grecia necesitará 52.000 millones de euros para financiarse.

La deuda griega se sitúa en 225.000 millones de euros y casi duplica (180%) el PIB del país heleno. Atenas no ha podido hacer frente al pago del primer rescate (2010) ni del segundo (2012), que expiró el 30 de junio.

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