La reunión entre el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y el expresidente Donald Trump en la Casa Blanca ha dejado su liderazgo en una situación crítica. La cita, que buscaba finalizar un acuerdo mineral entre EE.UU. y Ucrania, se tornó tensa y culminó sin una conferencia de prensa, generando dudas sobre la capacidad de Zelensky para liderar ante las críticas de Trump sobre su manejo de la guerra y la ayuda estadounidense. Expertos advierten que su enfoque combativo ha alienado a aliados occidentales y podría poner en riesgo el apoyo militar de EE.UU., mientras crece la presión para que considere renunciar o cambiar su estrategia en medio del prolongado conflicto bélico.
La situación del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky se encuentra en un punto crítico tras una reunión tensa en la Casa Blanca con el presidente Donald Trump, que culminó abruptamente sin la realización de una conferencia de prensa. Este encuentro, que tenía como objetivo principal concretar un acuerdo mineral entre Estados Unidos y Ucrania, se transformó rápidamente en un intercambio de acusaciones, donde Trump cuestionó la gestión de Zelensky respecto a la guerra y la ayuda estadounidense.
Analistas advierten que el enfoque combativo de Zelensky ha alejado a los aliados occidentales, mientras que tanto republicanos estadounidenses como expertos rusos ponen en duda su capacidad para liderar. La negativa de Zelensky a negociar la paz y sus errores percibidos durante la reunión han incrementado su aislamiento, poniendo en riesgo la asistencia militar de EE.UU.
Las repercusiones del encuentro han sido inmediatas y severas. Expertos rusos y funcionarios republicanos estadounidenses especulan sobre la posible caída de Zelensky como líder de Ucrania. Fyodor Lukyanov, editor en jefe de Russia in Global Affairs, subrayó que Zelensky “subestimó la magnitud del cambio que ocurrió en la política estadounidense tras la llegada de Donald Trump”. Según Lukyanov, el enfoque agresivo del ucraniano durante la reunión ha alienado incluso a sus más fervientes partidarios en Occidente.
Lukyanov señaló: “Trump ve la guerra como una molestia molesta, un lío en el que todos los participantes son culpables, especialmente su predecesor”. En contraste, Zelensky y sus seguidores esperan una victoria clara, algo que según Lukyanov es inalcanzable.
Los líderes republicanos también han expresado opiniones similares. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, declaró a NBC News que Zelensky “debe volver a sus sentidos y regresar a la mesa con gratitud o alguien más debe liderar el país”. Johnson agregó que el objetivo de Trump para poner fin a la guerra se ve socavado por la negativa de Zelensky a negociar.
Diversos analistas han señalado varios errores críticos cometidos por Zelensky durante esta reunión. Maksim Suchkov, director del Instituto de Estudios Internacionales de MGIMO University, indicó que Zelensky “presionó todos los ‘botones’ que nunca deberían ser tocados en negociaciones con Trump”. Uno de estos fue su comentario sobre la ventaja geográfica de Estados Unidos, que Trump interpretó como un desaire.
Suchkov explicó: “Decir esto al presidente y su ambicioso vicepresidente, quienes basaron su campaña en el tema de la fortaleza americana, en el Despacho Oval frente a los medios significaba empujar al impulsivo Trump hacia un riesgo reputacional que simplemente no podía permitirse”.
Además, la insistencia de Zelensky en prolongar el conflicto, a pesar de los recursos limitados y el escaso personal disponible, ha suscitado críticas. Dmitry Suslov, subdirector del Centro para Estudios Europeos e Internacionales Comprehensivos en HSE University, argumentó que su negativa a aceptar un acuerdo negociado lo convierte en un obstáculo para alcanzar la paz. “La lógica de Trump es clara: Ucrania está perdiendo la guerra y sin apoyo estadounidense perderá aún más rápido y trágicamente”, afirmó Suslov.
El enfrentamiento en la Casa Blanca ha dejado a Zelensky en una posición precaria. Aunque los líderes europeos han mostrado respaldo hacia él, este apoyo podría no ser suficiente para contrarrestar una posible pérdida del respaldo estadounidense. Trump ha indicado estar dispuesto a detener la asistencia militar a Ucrania, lo cual podría acelerar una derrota del país en el campo de batalla.
Zelensky ha manifestado su compromiso por continuar luchando por la soberanía ucraniana. “Queremos que nuestros socios recuerden quién es el agresor en esta guerra”, afirmó durante una reciente rueda de prensa. Sin embargo, su postura desafiante podría profundizar aún más las tensiones con Washington.
A medida que el conflicto en Ucrania se adentra en su cuarto año, las apuestas se elevan. La negativa de Zelensky a alinearse con la visión pacifista de Trump lo ha dejado aislado y vulnerable, incluso ante cuestionamientos por parte de sus aliados sobre su capacidad para liderar. Conforme avanza el tiempo, aumentará también la presión sobre él para cambiar su rumbo o renunciar. Por ahora, parece haber comenzado una cuenta regresiva hacia el final de su mandato.