Científicos de Colossal Biosciences han logrado un avance significativo en la biotecnología al diseñar ratones genéticamente modificados con características del mamut lanudo, acercándose a la posibilidad de desextinguir esta especie. Este es el primer caso documentado de modificación genética en un animal vivo para replicar rasgos de una especie extinta. Los 'Colossal Woolly Mice' presentan pelaje más largo y rizado, así como adaptaciones metabólicas para resistir el frío. Aunque este logro ha sido celebrado por algunos en la comunidad científica, también ha generado debates sobre las implicaciones éticas y ambientales de resucitar especies desaparecidas. Para más detalles, visita el enlace.
Científicos de la empresa estadounidense de biotecnología Colossal Biosciences han logrado un avance significativo en el campo de la genética al diseñar ratones que presentan características del extinto mamut lanudo. Este desarrollo se considera un paso más hacia el ambicioso objetivo de desextinguir una especie ya desaparecida.
De acuerdo con los investigadores, esta es la primera vez que se modifica genéticamente a un animal vivo para incorporar rasgos de una especie extinta. "Este éxito nos acerca un paso más a nuestro objetivo de devolver a la vida al mamut lanudo", afirmaron desde la compañía.
Los ratones, denominados ‘Colossal Woolly Mice’ (Ratones lanudos colosales), fueron creados utilizando técnicas avanzadas de edición genética. Para ello, los científicos analizaron los datos genéticos de 121 mamuts y elefantes, identificando los genes relacionados con la adaptación al frío, el pelaje y el metabolismo.
Mediante el uso de tres tecnologías diferentes, los investigadores modificaron simultáneamente siete genes presentes en embriones de ratones. Esta modificación buscó lograr cambios estructurales en su apariencia, resultando en un pelaje más largo, rizado y dorado en comparación con el de los ratones convencionales. Además, se alteraron ciertos genes vinculados al metabolismo de ácidos grasos, lo que podría permitir que estos animales sean más resistentes a las bajas temperaturas.
Los embriones genéticamente modificados fueron implantados en ratonas hembra de laboratorio, dando lugar a las primeras crías lanudas en octubre. Sin embargo, los investigadores expresan incertidumbre respecto a si estas mutaciones podrían tener efectos adversos sobre la salud a largo plazo, incluyendo posibles problemas de fertilidad o una mayor predisposición a desarrollar cánceres.
"Estamos ante un paso importante para validar nuestro enfoque de resucitar rasgos que se han perdido con la extinción", comentó Beth Shapiro, directora científica de Colossal y una de las científicas responsables del nacimiento de estos animales.
El anuncio ha generado reacciones encontradas dentro del ámbito científico. Por un lado, algunos celebran este logro como un "éxito incontestable" y un avance notable en la ciencia. Por otro lado, surge un debate sobre la viabilidad científica y moral de intentar traer nuevamente especies extintas al mundo actual, planteando interrogantes sobre la seguridad tanto para los animales como para el medio ambiente.