La elección del Tribunal Supremo de Wisconsin el 1 de abril es crucial para el futuro de la democracia estadounidense. Este evento determinará el equilibrio de poder en la corte y afectará temas como la redistribución de distritos, la integridad electoral y el estado de derecho. Brad Schimel, un ex fiscal general conservador, se enfrenta a Susan Crawford, una jueza progresista respaldada por George Soros. La victoria de Crawford podría consolidar una mayoría liberal, permitiendo políticas que favorezcan a los demócratas en las elecciones futuras. Esta elección no solo impacta a Wisconsin, sino que también representa un referéndum sobre los valores fundamentales del país y el riesgo de que se deshagan los logros conservadores recientes. Es esencial que los votantes conservadores se movilicen para proteger su visión del futuro.
La elección para la Corte Suprema de Wisconsin se presenta como una batalla decisiva con implicaciones a nivel nacional, ya que determinará el equilibrio de poder en el tribunal y afectará cuestiones fundamentales como la redistribución de distritos, la integridad electoral y el estado de derecho. En este contexto, el ex Fiscal General conservador Brad Schimel se enfrenta a la jueza progresista Susan Crawford, respaldada por George Soros. La victoria de Crawford podría consolidar una mayoría liberal, facilitando políticas progresistas y prácticas de gerrymandering.
Soros ha realizado significativas inversiones en la campaña de Crawford con el objetivo de asegurar una mayoría liberal que le permita redibujar los mapas congresionales de Wisconsin en beneficio del Partido Demócrata, lo que podría resultar en la pérdida de dos escaños en la Cámara de Representantes para 2026. Un triunfo liberal podría revertir los avances conservadores logrados en 2024 y fomentar agendas progresistas que socaven principios constitucionales.
La elección del 1 de abril no es solo un evento local; es un referéndum sobre el futuro del país. Los conservadores deben movilizarse para evitar que Soros y sus aliados manipulen el sistema, garantizando así la preservación de los valores conservadores y la república. Este proceso electoral se perfila como uno de los más significativos del año 2025, y si los conservadores no actúan con rapidez, las consecuencias podrían ser devastadoras para el futuro del país.
El enfrentamiento entre Schimel y Crawford no solo representa una lucha por Wisconsin, sino también por temas críticos como la redistribución congresional y la integridad del voto. Detener a Soros y sus aliados es fundamental para proteger las victorias conseguidas arduamente en 2024.
George Soros ha demostrado un interés constante en influir en las elecciones estadounidenses, siendo Wisconsin su nuevo objetivo. Su intención es colocar a Crawford en la Corte Suprema estatal, donde se uniría a una mayoría liberal dispuesta a redibujar los mapas electorales. Esta estrategia no es casual; está diseñada meticulosamente.
Como advirtió el activista conservador Scott Presler: “George Soros intenta comprar la Corte para que los liberales puedan manipular los mapas electorales y recuperar la Cámara en 2026”. Las implicaciones son graves: si Soros tiene éxito, Wisconsin podría ver un cambio significativo hacia políticas que favorezcan al Partido Demócrata.
Por otro lado, Brad Schimel encarna los principios conservadores: ley y orden, integridad constitucional y un compromiso firme con los derechos de los ciudadanos de Wisconsin. Como ex Fiscal General, Schimel ha demostrado su capacidad para enfrentar la corrupción y defender valores tradicionales.
Crawford intenta utilizar su género como herramienta política para atraer votantes femeninas. Sin embargo, Presler señala que esta táctica busca manipular a las electoras. La campaña de Schimel se erige como un llamado a todos aquellos que comprenden la importancia crítica de esta elección.
No es la primera vez que Wisconsin se encuentra en medio de una tormenta política. En 2023, el estado vivió una contienda electoral histórica por su Corte Suprema, donde Janet Protasiewicz derrotó al conservador Daniel Kelly, alterando así el equilibrio hacia una mayoría liberal. Desde entonces, esta nueva mayoría ha anulado políticas clave promovidas por conservadores.
A medida que se acerca esta nueva elección, con la jubilación de la jueza liberal Ann Walsh Bradley, surge una oportunidad para que los conservadores recuperen terreno. Sin embargo, Soros y sus aliados están invirtiendo grandes sumas en apoyar a Crawford con miras a fortalecer su control sobre el tribunal.
La elección programada para el 1 de abril trasciende lo local; representa un referéndum sobre el rumbo del país. Los ciudadanos deben decidir si permitirán que Soros y sus aliados manipulen el sistema o si lucharán por los principios fundamentales que han hecho grande a América.
Presler advierte: “Si dejamos pasar este momento y concedemos una victoria significativa a la izquierda, seremos responsables cuando comiencen a deshacer todo lo logrado en 2024”. Es imperativo actuar ahora; cada voz cuenta en esta batalla crucial por el futuro del país.
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