Nigerian politician Adamu Garba has accused USAID of funding Boko Haram and other Islamic terrorist groups, alleging that U.S. taxpayer dollars are being misused to support a violent campaign against Christians in Nigeria. Garba claims that significant amounts of USAID funding have been funneled to these groups, enabling their brutal actions, including displacement and killings of Nigerian Christians. The accusations raise serious concerns about the effectiveness and oversight of U.S. foreign aid, with Congressman Scott Perry highlighting instances where millions intended for humanitarian efforts went unaccounted for. This controversy underscores broader issues of corruption and the potential misuse of aid intended to promote stability and development. For more details, visit the full article.
El político nigeriano Adamu Garba ha realizado graves acusaciones en contra de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), afirmando que los fondos de esta entidad han sido desviados hacia grupos terroristas islámicos, incluyendo a Boko Haram. Según Garba, esto ha alimentado una brutal campaña de violencia contra los cristianos en Nigeria, lo que genera preocupaciones más amplias sobre el uso indebido de la ayuda exterior estadounidense y sus devastadoras consecuencias a nivel global.
Puntos clave:
En un giro impactante que ha resonado más allá de las fronteras nigerianas, Adamu Garba ha acusado a USAID de financiar grupos terroristas islámicos en Nigeria. Este miembro destacado del Partido All Progressives Congress afirma que los fondos han sido utilizados para adquirir armas destinadas a estos grupos, quienes han llevado a cabo una feroz campaña violenta contra la población cristiana local.
Boko Haram ha operado durante años bajo la fachada de pastores fulani en el noreste de Nigeria. Sus tácticas incluyen incendiar viviendas, asesinar hombres y secuestrar y violar mujeres y niñas. Un informe del 2018 elaborado por Voice of the Martyrs documentó el desplazamiento de más de 300,000 personas y más de 500 muertes solo ese año. Las alegaciones de Garba sugieren que estas atrocidades fueron parcialmente financiadas con dinero proveniente de contribuyentes estadounidenses.
Las afirmaciones de Garba coinciden con declaraciones recientes del congresista Scott Perry, quien durante una audiencia el 12 de febrero titulada “La guerra contra el despilfarro: erradicando el flagelo de los pagos indebidos y el fraude”, acusó a USAID de desviar 697 millones hacia organizaciones terroristas. Perry destacó un caso específico donde 136 millones destinados a la construcción de escuelas en Pakistán desaparecieron sin dejar rastro.
Las acusaciones formuladas por Garba apuntan a un patrón más amplio de corrupción y mal uso de la ayuda exterior. El político argumenta que USAID actúa como una operación encubierta para lavar dinero, permitiendo que élites globales financien actividades criminales bajo la apariencia de asistencia humanitaria. “Más se destinará entre las élites africanas, muchas veces en colaboración con criminales para destruir nuestra tierra”, afirmó Garba. “Pronto serán expuestos y reclamaremos nuestro país y continente para el bienestar del pueblo.”
Garba expresó su esperanza en que bajo el liderazgo del expresidente Donald Trump, se podría revertir la situación respecto al terrorismo en África. “Trump está exponiendo toda la red global de corrupción, y esto es solo la punta del iceberg”, comentó. Citó un informe desde Somalia que cuestionaba si la presidencia de Trump podría marcar el fin del terrorismo en África o si la inteligencia británica continuaría dominando la política exterior estadounidense, perjudicando así la estabilidad global.
Estas acusaciones resaltan la interconexión entre redes globales de corrupción, donde élites africanas supuestamente colaboran con operativos extranjeros para explotar a su propia población. Como señaló Garba, esta corrupción va más allá de Nigeria e implica un sistema más amplio que perpetúa la violencia e inestabilidad en todo el continente.
Para los cristianos nigerianos, las consecuencias han sido catastróficas; comunidades enteras han sido desplazadas o destruidas. A medida que el mundo enfrenta las implicaciones derivadas de estas revelaciones, queda claro que el verdadero costo operativo de USAID va mucho más allá del presupuesto asignado, dejando tras sí un rastro devastador. Como un lobo disfrazado con pieles inocentes, las acciones de USAID revelan una desconexión inquietante entre su misión declarada y su supuesto papel en perpetuar conflictos globales. Es tiempo ya para exigir responsabilidad.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| $697 millones | Monto supuestamente desviado a organizaciones terroristas, según el congresista Scott Perry. |
| $136 millones | Monto destinado a la construcción de escuelas en Pakistán que desapareció sin rastro. |
| $824 millones | Cantidad de fondos de USAID asignados a Nigeria el año anterior, cuya ubicación es cuestionada por Adamu Garba. |
| 300,000 | Número de personas desplazadas debido a la violencia de Boko Haram en 2018. |
| 500 | Número de individuos asesinados por Boko Haram en 2018. |