El gobierno del Reino Unido ha rechazado una propuesta que otorgaría a los padres el derecho legal de conocer el contenido de la educación sexual impartida en las escuelas de sus hijos. La enmienda presentada por el Partido Conservador fue votada en contra por el Partido Laborista, lo que mantiene a los padres sin acceso a los recursos educativos utilizados. A pesar de las preocupaciones sobre la falta de transparencia y el acceso limitado a materiales educativos, la ministra de escuelas, Catherine McKinnell, argumentó que no hay evidencia de un problema generalizado y que establecer este derecho sería una carga para las escuelas. Esta decisión ha generado críticas, con opositores señalando que grupos extremistas han influido en el contenido educativo sin permitir que los padres revisen los materiales.
Los padres en el Reino Unido continúan sin información sobre los recursos de educación sexual utilizados en las escuelas de sus hijos.
El Gobierno del Reino Unido ha rechazado una propuesta que buscaba otorgar a los padres un derecho legal para conocer lo que se enseña en las aulas, tras la votación negativa del Partido Laborista a la enmienda presentada por los conservadores, que permitiría a los padres acceder a los materiales de educación sexual.
La Ley sobre el Bienestar Infantil y las Escuelas habría garantizado que los padres pudieran revisar todos los materiales utilizados en el aula. Sin embargo, la ministra de escuelas, Catherine McKinnell, argumentó que no había evidencia de un problema generalizado al respecto.
Según informa The Telegraph, los conservadores defendieron su enmienda señalando que esta habría promovido una mayor transparencia en el contenido de las lecciones. Esta decisión surge tras preocupaciones de que algunas instituciones educativas han impedido a los padres acceder a los materiales de educación sexual, amparándose en leyes de confidencialidad comercial y derechos de autor.
Neil O’Brien, ministro opositor de escuelas, expresó su indignación ante lo que calificó como una decisión “kafkiana” al derribar la enmienda, que fue derrotada por 10 votos contra 3 durante la etapa del comité.
“En años recientes, grupos extremistas de izquierda han introducido todo tipo de materiales inusuales en las clases de educación sexual y otras materias. Sin embargo, cuando los padres solicitan ver estos contenidos, las empresas se escudan detrás de la ley de derechos de autor para negarles acceso”, afirmó O’Brien.
El ministro también criticó la postura del Partido Laborista al señalar: “Me sorprendió que votaran en contra de nuestra enmienda para permitir a los padres conocer lo que se enseña a sus hijos… Los parlamentarios laboristas argumentaron que los padres no deberían tener acceso a estos materiales porque podrían sentirse molestos.”
Catherine McKinnell defendió su posición durante un debate en la Cámara de Comunes, afirmando que consagrar este derecho parental por ley representaría una carga excesiva para las escuelas.