Robert F. Kennedy Jr. is moving closer to confirmation as Secretary of Health and Human Services (HHS) following the endorsement of Republican Senator Susan Collins from Maine. Collins' support significantly enhances Kennedy's chances after a narrow 14-13 vote in the Senate Finance Committee. She backed him after he addressed her concerns regarding proposed budget cuts to the National Institutes of Health (NIH). Despite facing criticism over his stance on vaccine safety and financial ties, Kennedy has gained traction among key Republicans, indicating a potential shift in public health policy if confirmed. His agenda includes tackling chronic diseases, reforming food safety, and ensuring transparency in vaccine safety. The full Senate vote is anticipated soon, with Kennedy aiming to restore trust in federal health agencies.
La senadora Susan Collins, del Partido Republicano por Maine, ha manifestado su apoyo a la nominación de Robert F. Kennedy Jr. como secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), lo que incrementa significativamente sus posibilidades de confirmación.
La nominación de Kennedy avanzó en la semana pasada con un ajustado voto de 14-13 en el Comité de Finanzas del Senado, preparando el terreno para una votación completa en el Senado que se espera ocurra esta semana. La decisión de Collins es crucial, dado que Kennedy puede permitirse perder solo tres votos republicanos si todos los demócratas se oponen a su nombramiento. Con el respaldo de Collins, únicamente dos republicanos —el senador Mitch McConnell de Kentucky y la senadora Lisa Murkowski de Alaska— permanecen sin comprometerse.
Collins, quien ha mostrado resistencia hacia algunos nominados del gabinete de Trump en el pasado, tomó su decisión después de que Kennedy abordara sus inquietudes sobre los recortes propuestos al presupuesto de los Institutos Nacionales de Salud (NIH). “Parece comprender las preocupaciones que planteé sobre lo que significaría para investigaciones biomédicas muy importantes, incluyendo ensayos clínicos”, declaró Collins a CNN. Resaltó que Kennedy le aseguró que revisaría las reducciones presupuestarias propuestas por la Casa Blanca, las cuales ella había calificado anteriormente como “devastadoras”.
A pesar de las críticas que ha recibido la nominación de Kennedy debido a su postura sobre la seguridad de las vacunas y sus vínculos financieros con demandas contra compañías farmacéuticas, su perspectiva ha mejorado gracias al respaldo de republicanos clave como el senador Bill Cassidy, quien afirmó haber votado a favor tras recibir garantías sobre el compromiso de Kennedy con el programa nacional de vacunación infantil.
Kennedy ha prometido desinvertir sus intereses financieros en litigios contra fabricantes de vacunas, redirigiendo los ingresos hacia su hijo. Esta acción busca mitigar preocupaciones sobre posibles conflictos de interés, aunque los demócratas continúan siendo cautelosos.
Con su posible confirmación, Kennedy podría marcar un cambio significativo en la manera en que se abordan los desafíos sanitarios del país. Como abogado ambientalista y activista desde hace mucho tiempo, ha expresado su intención de combatir enfermedades crónicas, reformar regulaciones sobre seguridad alimentaria y garantizar transparencia en las decisiones relacionadas con la salud pública. Su énfasis en la seguridad vacunal y la elección individual coincide con la agenda más amplia del presidente Trump para “Hacer América Saludable Otra Vez”.
No obstante, la confirmación de Kennedy enfrenta obstáculos considerables. Legisladores que reciben donaciones de empresas farmacéuticas han expresado escepticismo respecto a su postura sobre las vacunas. Sin embargo, el creciente apoyo entre los republicanos indica una disposición a priorizar reformas en salud pública por encima de los intereses industriales.
Con el respaldo decidido de la senadora Susan Collins, Robert F. Kennedy Jr. se perfila para convertirse en el próximo secretario del HHS. Su confirmación representaría un cambio notable en el enfoque nacional hacia la salud pública, enfatizando aspectos como la seguridad, transparencia y elección individual. A medida que el Senado se prepara para una votación final, los partidarios de Kennedy mantienen una actitud optimista respecto a que su liderazgo contribuirá a abordar las causas fundamentales de la crisis sanitaria en Estados Unidos y restaurar la confianza en las agencias federales encargadas de la salud.