Bill Gates is expressing alarm over potential cuts to USAID funding, warning that such actions could result in "literally millions of deaths." His comments come amid criticism of USAID's political neutrality and its significant financial support for Gates' GAVI Alliance, which focuses on global health initiatives. Prominent figures like Elon Musk and Marco Rubio are advocating for increased oversight of USAID, questioning its operations and funding priorities. Critics argue that Gates' defense of the agency serves his interests rather than genuine concern for public health. The ongoing debate highlights the need for accountability in USAID's funding practices as scrutiny intensifies.
El empresario y filántropo Bill Gates ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que se recorten los fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), advirtiendo que esto podría resultar en “literalmente millones de muertes”. Durante una reciente aparición en el programa The View, Gates defendió el papel de USAID en la salud y el desarrollo global, en un contexto marcado por un creciente escrutinio sobre las prioridades de financiamiento de la agencia.
Las declaraciones del cofundador de Microsoft surgen en medio de críticas hacia USAID, especialmente por sus significativas donaciones a la GAVI Alliance, una organización sin fines de lucro enfocada en las vacunas que Gates ha promovido. Personalidades como Elon Musk y el secretario de Estado Marco Rubio han exigido una mayor supervisión sobre las actividades de USAID, lo que ha llevado a Gates a manifestar su inquietud respecto a la posible pérdida de influencia y recursos para sus iniciativas.
La elección del programa The View para exponer sus argumentos ha sido considerada peculiar, dado el tono ligero del espacio televisivo. En su intervención, Gates elogió los esfuerzos de USAID, destacando la colaboración entre su fundación y la agencia en programas de nutrición y distribución de vacunas. “Mi fundación colabora con USAID en nutrición y en la distribución de vacunas; hay personas increíbles trabajando allí”, afirmó Gates, tratando aparentemente de contrarrestar las acusaciones lanzadas por Musk.
No obstante, la defensa que ofrece Gates sobre la supuesta neutralidad política de USAID ha sido cuestionada. Informes indican que el 97% de las donaciones políticas realizadas por empleados de USAID han ido dirigidas al partido Demócrata en años recientes, lo cual pone en entredicho sus afirmaciones sobre imparcialidad. Los críticos sostienen que la agencia se ha convertido en un vehículo para agendas progresistas, siendo GAVI uno de sus principales beneficiarios. En 2024, GAVI recibió millones en subvenciones provenientes de USAID, lo que genera dudas sobre las prioridades del organismo y las motivaciones detrás del apoyo financiero a estas iniciativas.
La advertencia realizada por Gates acerca del impacto devastador que tendría una reducción en los fondos destinados a USAID ha suscitado escepticismo. Algunos observadores interpretan sus palabras como un intento encubierto por proteger sus propios intereses más que como una genuina preocupación por la salud global. “¿Está Bill Gates haciendo una amenaza aquí?”, cuestionó un comentarista, refiriéndose a la historia del multimillonario con programas vacunales controvertidos.
Este debate se desarrolla en un contexto donde USAID enfrenta un escrutinio sin precedentes. Musk ha criticado abiertamente a la agencia, calificándola como una “organización criminal” y abogando por su desmantelamiento. Por su parte, Rubio ha detenido temporalmente la ayuda exterior hasta asegurar que esta esté alineada con un enfoque “América Primero”. Estas circunstancias han dejado a Gates visiblemente nervioso, reflejado en su intensa actividad mediática y retórica alarmista.
El debate sobre el futuro de USAID no solo gira en torno al financiamiento; también plantea cuestiones sobre responsabilidad y transparencia. La agencia ha operado con escaso control externo, canalizando miles de millones hacia proyectos y asociaciones cuestionables. La GAVI Alliance ha enfrentado críticas por sus campañas agresivas de vacunación en países en desarrollo, siendo acusada por algunos detractores de priorizar beneficios económicos sobre la salud pública.
La angustia mostrada por Bill Gates ante la posible congelación del financiamiento a USAID revela más sobre sus propios intereses dentro del organismo que sobre su misión general. Sus preocupaciones parecen ser claramente egoístas, orientadas a salvaguardar las lucrativas alianzas establecidas por su fundación. A medida que se intensifica el debate sobre el futuro de USAID, queda claro que su influencia podría estar disminuyendo y sus intentos desesperados por controlar la narrativa solo alimentan el escepticismo generalizado.