Donald Trump ha propuesto un controvertido plan para que Estados Unidos asuma el control de Gaza, con el objetivo de reconstruir la región y transformarla en la "Riviera del Medio Oriente". Esta propuesta incluye la reubicación permanente de los palestinos a países vecinos, lo que ha generado fuertes críticas por parte de líderes palestinos y observadores internacionales. La iniciativa se presenta en un contexto de inestabilidad tras un conflicto devastador entre Israel y Hamas. Los críticos advierten que este movimiento podría agravar aún más las tensiones en la región y cuestionan la viabilidad de desplazar a los palestinos de su tierra natal. La propuesta ha sido rechazada rotundamente por representantes palestinos, quienes defienden su derecho a regresar a Gaza.
El presidente Donald Trump ha presentado un plan para tomar el control de Gaza, con el objetivo de reconstruir la región devastada por la guerra y transformarla en lo que ha denominado la «Riviera del Medio Oriente». Esta propuesta incluye el reasentamiento permanente de los palestinos en países vecinos, a pesar de las objeciones expresadas por líderes palestinos y otros actores regionales. La iniciativa ha suscitado críticas contundentes tanto de palestinos como de observadores internacionales, quienes advierten sobre una posible mayor desestabilización en la zona.
En un movimiento que ha generado controversia y preocupación, el presidente Trump dio a conocer su plan para «tomar» la Franja de Gaza durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en la Casa Blanca el 4 de febrero de 2025. Este anuncio se produce en medio de un frágil alto al fuego que ha durado seis semanas, tras 15 meses de conflicto devastador entre Israel y Hamas.
La propuesta contempla que Estados Unidos asuma una «posición de propiedad a largo plazo» en Gaza, con miras a reconstruir la región y crear oportunidades económicas. «Estados Unidos tomará el control de la Franja de Gaza», declaró Trump, prometiendo «nivelar el sitio y deshacerse de los edificios destruidos». Subrayó la posibilidad de lograr una «gran estabilidad» en el Medio Oriente, sugiriendo que este desarrollo podría atraer a «representantes de todo el mundo» para vivir y trabajar en Gaza.
No obstante, el plan plantea interrogantes cruciales sobre el futuro del pueblo palestino. Al ser interrogado acerca de la posibilidad del regreso de los palestinos a Gaza, Trump respondió: «Visualizo… a personas del mundo viviendo allí… también a los palestinos». Describió Gaza como un «sitio de demolición» y sugirió que los palestinos deberían ser reasentados permanentemente en un lugar «hermoso» en otro sitio.
La visión de Trump para Gaza como la «Riviera del Medio Oriente» ha sido recibida con escepticismo y rechazo absoluto por parte de palestinos y líderes regionales. Esta propuesta llega en un contexto donde aproximadamente el 92% de las viviendas en Gaza han sido destruidas o gravemente dañadas, y cerca de 1.9 millones de personas –más del 90% de la población gazatí– se encuentran desplazadas, según datos proporcionados por las Naciones Unidas.
La idea del reasentamiento permanente de los palestinos en países vecinos también ha generado fuertes críticas. Egipto, Jordania y otras potencias regionales han rechazado previamente cualquier forma de «expulsión directa o migración forzada», advirtiendo que tales acciones amenazarían la estabilidad regional, aumentarían el conflicto y socavarían las perspectivas para la paz y la convivencia entre sus pueblos. Esto fue afirmado en un comunicado conjunto emitido por Egipto, Jordania, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Catar, la Autoridad Palestina y la Liga Árabe.
El embajador palestino ante las Naciones Unidas, Riyad Mansour, rechazó firmemente la propuesta de Trump al declarar: «Los palestinos quieren reconstruir Gaza porque aquí es donde pertenecemos». Enfatizó el derecho del pueblo palestino a regresar a sus hogares originales en lo que hoy es Israel, en lugar de ser reubicados por fuerza.
Los funcionarios de Hamas también han criticado severamente este plan, calificándolo como «una receta para crear caos y tensión en la región». Sami Abu Zuhri, un oficial del grupo islamista Hamas, se comprometió a resistir cualquier intento de desplazamiento: «Nuestro pueblo en la Franja de Gaza no permitirá que estos planes se lleven a cabo. Lo que se requiere es poner fin a la ocupación y agresión contra nuestro pueblo, no su expulsión.»
El actual conflicto en Gaza tiene raíces profundas en disputas territoriales e tensiones políticas históricas. El conflicto israelo-palestino ha sido un punto focal dentro de la geopolítica del Medio Oriente durante décadas; numerosos intentos por alcanzar acuerdos pacíficos han fracasado sin lograr una solución duradera. La reciente escalada del conflicto iniciado en octubre de 2023 ha resultado particularmente devastadora, dejando una estela significativa de destrucción y pérdida humana.
Históricamente, Estados Unidos ha desempeñado un papel clave como mediador entre israelíes y palestinos; sin embargo, esta propuesta representa un cambio significativo en dicha estrategia. La idea del control estadounidense sobre Gaza y el reasentamiento forzado de los palestinos es sin precedentes y tiene potencial para intensificar aún más las tensiones regionales. Esta apropiación territorial bajo pretextos engañosos no será fácilmente perdonada por aquellos afectados por ella.
Fuentes incluyen:
Cifra | Descripción |
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92% | Porcentaje de hogares en Gaza destruidos o severamente dañados. |
1.9 millones | Número de personas desplazadas en Gaza. |
90% | Porcentaje de la población de Gaza que ha sido desplazada. |