EE.UU. se retira del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y de la UNRWA, según anunció el presidente Donald Trump mediante una orden ejecutiva. Esta decisión responde a las acusaciones de parcialidad del consejo contra Israel, que ha sido criticado por violaciones de derechos humanos en Gaza y Cisjordania. La financiación a la UNRWA ya había sido suspendida por Joe Biden tras informes sobre la participación de su personal en ataques de Hamás. Trump también revisará la participación de EE.UU. en otras organizaciones internacionales como la Unesco. Para más detalles, visita el enlace.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el pasado martes una orden ejecutiva que formaliza la retirada del país del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, así como de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).
Desde hace tiempo, los seguidores de Trump han denunciado lo que consideran una parcialidad del consejo en contra de Israel. Este organismo ha sido objeto de críticas recurrentes por su enfoque hacia el Estado hebreo, al que se le atribuyen violaciones a los derechos humanos en regiones como la Franja de Gaza y Cisjordania.
La financiación destinada a la UNRWA ya había sido interrumpida por el expresidente Joe Biden tras informes sobre la supuesta participación del personal de esta agencia en el ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023. Cabe destacar que decisiones similares habían sido adoptadas previamente por Trump durante su primer mandato.
Además, según Reuters, Trump expresó su opinión sobre la financiación estadounidense a la ONU, calificándola como desproporcionada. “El potencial de la ONU es fantástico si se gestiona adecuadamente. Tiene un potencial tremendo, pero no está a la altura”, afirmó.
En adición a esta medida, el mandatario también firmó una orden para evaluar la participación estadounidense en la Unesco. Anteriormente, Politico reportó que esta orden ejecutiva instruye al secretario de Estado, Marco Rubio, a revisar e informar a la Casa Blanca sobre qué organizaciones, convenciones o tratados internacionales “promueven sentimientos radicales o antiamericanos”, con especial énfasis en la Unesco.