Un número alarmante de mujeres completamente vacunadas en el Reino Unido está siendo diagnosticado con un tipo raro y agresivo de cáncer de sangre, según informes. Hasta noviembre de 2024, se han presentado 16,824 reclamaciones al Esquema de Pago por Daños Vacunales, y 188 británicos han recibido compensación por afecciones relacionadas con la vacuna. La mayoría de las reclamaciones están vinculadas a la vacuna AstraZeneca. Los médicos están desconcertados por la conexión entre las vacunas COVID-19 y estos casos de cáncer. Se ha documentado un aumento significativo en los problemas de salud tras la vacunación, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la seguridad y efectividad de las inyecciones.
Un número alarmante de mujeres completamente vacunadas en el Reino Unido está siendo diagnosticado con una forma rara y agresiva de cáncer sanguíneo, según informes recientes.
El Daily Mail ha reportado que se han presentado 16,824 reclamaciones al Esquema de Pagos por Daños Vacunales (VDPS), y hasta la fecha, 188 ciudadanos británicos han recibido compensación por enfermedades relacionadas con la vacuna. La cantidad máxima de compensación asciende a £120,000 por persona, lo que podría llevar el total a más de £22 millones (aproximadamente $27.2 millones).
La mayoría de las reclamaciones están vinculadas a la vacuna COVID-19 de AstraZeneca, que fue ampliamente utilizada en Europa pero no en Estados Unidos. El año pasado, la compañía retiró su vacuna a nivel mundial, argumentando razones comerciales. Sin embargo, esta decisión siguió a una ola de demandas por lesiones reportadas debido a la inyección y un fallo judicial que la vinculaba a problemas graves de coagulación sanguínea.
En su último informe, el Daily Mail presenta las historias de varios solicitantes. Uno de los casos más preocupantes es el de Jennifer Furno, una investigadora bancaria de fraude de 38 años. Recibió su primera dosis de AstraZeneca en marzo de 2021 y una segunda cuatro meses después. Poco después de esta última inyección, comenzó a experimentar hormigueo y adormecimiento en las piernas, malestar gástrico y erupciones leves; posteriormente se le encontró un coágulo en el pulmón.
A pesar de no considerar inicialmente una conexión, Furno recibió un refuerzo con Moderna en noviembre de 2021. Al final del mismo mes, sus síntomas empeoraron: presentó erupciones cutáneas severas, hinchazón en extremidades y articulaciones, así como una embolia pulmonar.
Un médico le diagnosticó inicialmente “una respuesta inmune hiperactiva”, pero a pesar del tratamiento con medicamentos inmunosupresores, sus síntomas continuaron agravándose. “Estaba convencida de que era algún tipo de cáncer. Me sentía muy mal”, recordó.
En diciembre de 2022, un reumatólogo finalmente le indicó que parecía existir un vínculo temporal entre el inicio de sus síntomas y su primera dosis de la vacuna COVID-19. En julio siguiente, la Clínica de Londres realizó una biopsia cutánea que reveló un cáncer sanguíneo “agresivo”, específicamente linfoma cutáneo T-celular. “Me dijeron que la vacuna probablemente era el factor causante; algo así puede desencadenarlo”, comentó Furno.
Afortunadamente, logró recibir un trasplante de médula ósea y ahora se encuentra libre de cáncer. Su reclamación por daños aún no ha recibido resolución.
“Sin duda, los hospitales y médicos no están creyendo a jóvenes que eran sanos antes”, afirma Furno. “Los jóvenes necesitan ser escuchados y no juzgados como si tuvieran ansiedad por salud. Debe haber menos estigmas sobre las lesiones vacacionales y es necesario reconocerlo como una condición que requiere tratamiento”.
Una gran cantidad de evidencia ha señalado problemas serios tanto con la seguridad como con la efectividad de las vacunas COVID-19; sobre este tema, el gobierno federal y las instituciones médicas han sido evasivos y despectivos.
En Estados Unidos, el Sistema Federal de Reporte de Eventos Adversos Vacunales (VAERS) reporta 38,264 muertes, 219,594 hospitalizaciones y otros efectos adversos significativos hasta el 27 de diciembre. Investigadores del CDC han reconocido una “alta tasa de verificación” en los reportes relacionados con miocarditis tras la vacunación mRNA contra COVID-19.
Un análisis realizado sobre 99 millones de personas en ocho países publicado en febrero en la revista Vaccine, observó riesgos significativamente mayores para miocarditis tras las dosis iniciales y refuerzos del mRNA; además se identificaron señales potenciales que requieren investigación adicional.
En abril pasado, el CDC se vio obligado por orden judicial a divulgar 780,000 reportes previamente no divulgados sobre reacciones adversas graves. Un estudio realizado en Japón encontró “incrementos estadísticamente significativos” en muertes por cáncer tras recibir terceras dosis del mRNA contra COVID-19.
A comienzos del año se publicó un esperado informe del gran jurado en Florida sobre los fabricantes de vacunas COVID-19 que concluyó que aunque un bajo porcentaje resultó en daños graves según los datos revisados, tales eventos sí ocurren; además hay “problemas profundos” en el proceso evaluativo llevado a cabo por las compañías farmacéuticas.
Cifra | Valor |
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Número de reclamaciones al VDPS | 16,824 |
Número de compensaciones otorgadas | 188 |
Compensación máxima por reclamación | £120,000 |
Total potencial de compensaciones | más de £22 millones ($27.2 millones) |