Una operación coordinada desde la sede de Eurojust en La Haya ha resultado en la detención de diez criminales implicados en el contrabando de 1.5 mil millones de cigarrillos no declarados. Las autoridades alemanas, belgas y neerlandesas descubrieron esta red tras una investigación de cuatro años, que reveló un fraude fiscal estimado en 550 millones de euros. El grupo utilizaba documentos falsificados para introducir los cigarrillos, fabricados en Turquía e Irán, a puertos de la UE. Durante el operativo se realizaron arrestos en tres países y se llevaron a cabo múltiples registros, confiscando dispositivos electrónicos y documentos relevantes.
Una operación coordinada desde la sede de Eurojust en La Haya ha resultado en la detención de diez individuos acusados de contrabando de 150 contenedores que contenían más de 1.5 mil millones de cigarrillos no declarados. Las autoridades alemanas, belgas y neerlandesas descubrieron las actividades del grupo tras una investigación que se extendió por cuatro años. Este contrabando ha generado una pérdida fiscal estimada en alrededor de 550 millones de euros.
La indagación sobre el grupo de contrabando comenzó en mayo de 2020, cuando tres contenedores llegaron a Bélgica con cigarrillos no declarados, en lugar del material de construcción que supuestamente estaba destinado a Alemania. Para evitar levantar sospechas, el grupo llenó uno de los tres contenedores con los bienes declarados y lo presentó correctamente a aduanas. Los materiales de construcción se cargarían luego en el segundo y tercer contenedor para pasar desapercibidos. Sin embargo, los funcionarios aduaneros pronto descubrieron que los contenedores estaban repletos de cigarrillos no declarados.
Con el apoyo de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude, las aduanas belgas y alemanas iniciaron una investigación transfronteriza sobre el grupo criminal. Durante este proceso, se determinó que el mismo método había sido utilizado para introducir más de 150 contenedores con cigarrillos en la Unión Europea. Además, las autoridades aduaneras también identificaron que el grupo estaba descargando cigarrillos en almacenes ubicados en los Países Bajos, lo que llevó a las autoridades neerlandesas a unirse a la investigación internacional.
Los cigarrillos eran fabricados en Türkiye e Irán, luego exportados a puertos alrededor del mundo, donde eran recargados y llevados a puertos europeos utilizando documentos falsificados de carga marítima. Se sospecha que el grupo criminal logró introducir 150 contenedores en la UE, resultando en una pérdida fiscal considerable.
La investigación culminó con un día de acción coordinado desde Eurojust, donde se ejecutaron órdenes de arresto en tres países: dos detenciones en Bélgica, una en los Países Bajos y siete en Alemania. Se realizaron registros en diecisiete ubicaciones y un vehículo, donde las autoridades incautaron múltiples teléfonos móviles, laptops y documentos impresos.
Diversas autoridades llevaron a cabo estas operaciones:
Cifra | Descripción |
---|---|
1.5 mil millones | Cigarrillos no declarados contrabandeados |
150 | Contenedores utilizados para el contrabando |
550 millones EUR | Pérdida fiscal estimada por el contrabando |
4 años | Duración de la investigación |
Se realizó una operación coordinada desde la sede de Eurojust en La Haya, que resultó en la detención de diez criminales sospechosos de contrabandear 150 contenedores con más de 1.5 mil millones de cigarrillos no declarados.
El contrabando de cigarrillos ha resultado en una pérdida fiscal estimada en aproximadamente 550 millones de euros.
Las autoridades alemanas, belgas y neerlandesas descubrieron las actividades del grupo de contrabando tras una investigación de cuatro años, iniciada cuando tres contenedores llegaron a Bélgica llenos de cigarrillos no declarados en lugar del material de construcción que se esperaba.
Las operaciones fueron llevadas a cabo por autoridades de Alemania, Bélgica y los Países Bajos, con el apoyo de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF).
Los cigarrillos fueron fabricados en Türkiye e Irán, y luego exportados a puertos alrededor del mundo antes de ser introducidos en puertos de la UE utilizando documentos marítimos falsificados.