El 26 de enero se reportó el corte de un cable submarino que conecta Letonia y Suecia en el Mar Báltico, generando alarmas sobre la seguridad de las infraestructuras críticas en la región. El Centro de Radiodifusión Estatal de Letonia (LVRTC) indicó que el daño podría ser resultado de factores externos y se ha iniciado una investigación criminal. Este incidente ocurre en un contexto de creciente tensión debido a la guerra ruso-ucraniana, lo que ha llevado a la OTAN a implementar medidas para proteger las infraestructuras marítimas. La primera ministra letona, Evika Silina, confirmó la colaboración con la OTAN para esclarecer las circunstancias del daño, mientras que se han activado rutas alternativas de transmisión para mitigar el impacto. La preocupación por la seguridad en el Báltico sigue aumentando tras varios incidentes recientes relacionados con cables submarinos y otras infraestructuras.
El 26 de enero, se reportó un daño significativo a un cable de comunicación submarino que conecta Letonia y Suecia, en el Mar Báltico. Este suceso ha suscitado inquietudes sobre la seguridad de la infraestructura crítica en la región.
El Centro de Radiodifusión Estatal de Letonia (LVRTC), que es propietario del cable, indicó que el daño fue probablemente causado por factores externos, y se ha iniciado una investigación criminal para esclarecer las circunstancias del incidente.
El cable, que conectaba la ciudad costera letona de Ventspils con la ciudad sueca de Fårösund, en la Isla de Gotland, sufrió daños durante la madrugada del domingo, según informaron las autoridades pertinentes.
Este incidente ocurre en un contexto marcado por crecientes preocupaciones sobre la seguridad de las infraestructuras marítimas en el Báltico. En particular, se han registrado varios incidentes recientes que han afectado cables de comunicación, líneas eléctricas y gasoductos.
Dichos daños coinciden con el aumento de tensiones en la región desde que comenzó la guerra ruso-ucraniana en 2022. En respuesta a esta situación, la OTAN ha lanzado la operación Baltic Sentinel, cuyo objetivo es proteger las infraestructuras marítimas críticas en el área.
Respecto al daño sufrido por el cable letón, la primer ministro letona, Evika Silina, afirmó que, según los hallazgos preliminares, se trataba de un daño externo significativo. Además, destacó que su gobierno está colaborando estrechamente con la OTAN y otros países bálticos para esclarecer los hechos.
El gobierno letón también informó que la Armada letona ha enviado un bote patrullero para inspeccionar un barco sospechoso y otros dos buques están siendo investigados. Sin embargo, aún no se ha determinado si estos barcos están directamente relacionados con el incidente.
Por su parte, la OTAN ha activado sus fuerzas navales y aéreas, incluyendo fragatas, aviones de patrullaje y drones, para investigar el daño al cable. Si es necesario, se tomarán medidas contra cualquier embarcación sospechosa involucrada en este hecho.
Los miembros de la OTAN, incluidos Suecia y Letonia, están trabajando juntos en este caso. El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, también reafirmó el compromiso de su país para aportar capacidades clave a la investigación y subrayó la cooperación con Letonia y la OTAN.
Este evento se suma a otros incidentes preocupantes ocurridos recientemente. El 25 de diciembre pasado, Finlandia detuvo al petrolero Eagle S, sospechoso de haber estado involucrado en daños a una línea eléctrica submarina entre Finlandia y Estonia, así como a varios cables de telecomunicaciones.
Dicho barco transportaba petróleo desde Rusia hacia Egipto y pasó cerca de las zonas afectadas durante el incidente. Las autoridades finlandesas encontraron uno de sus anclajes cortados, lo cual sugiere que pudo haber sido utilizado para dañar los cables submarinos.
A medida que avanzan las investigaciones iniciales, existe una creciente preocupación sobre si estas acciones fueron intencionales. En noviembre de 2022, otro barco chino llamado Yi Peng 3, fue avistado cerca de cables importantes antes de sufrir daños similares.