La administración del presidente Donald Trump ha decidido cerrar las oficinas de inmigración en América Latina, que ofrecían opciones legales para migrantes que deseaban ingresar a Estados Unidos. Estas oficinas, establecidas por el gobierno de Joe Biden en 2023 en países como Colombia, Costa Rica, Ecuador y Guatemala, evaluaban la elegibilidad de los migrantes para programas como el de refugiados y visados familiares. Según documentos del Departamento de Estado, esta medida forma parte de un esfuerzo más amplio para reestructurar la gestión de la migración en EE.UU., coincidiendo con la suspensión del Programa de Admisión de Refugiados. La nueva política migratoria permite deportaciones sin juicio y elimina protecciones para migrantes en refugios. Para más detalles, visita el enlace.
La Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, ha tomado la decisión de cerrar diversas oficinas de inmigración en América Latina. Estas oficinas desempeñaban un papel crucial al ofrecer a los migrantes opciones legales para ingresar a Estados Unidos y, al mismo tiempo, buscaban reducir el flujo de migrantes indocumentados que cruzan la frontera con México. Esta información fue reportada por CBS News, que se basa en documentos internos del Gobierno.
Las denominadas Oficinas de Movilidad Segura fueron establecidas durante el mandato del anterior presidente, Joe Biden, en países como Colombia, Costa Rica, Ecuador y Guatemala en 2023. Su función era evaluar si los migrantes cumplían con los requisitos necesarios para acceder a diferentes programas de entrada legal a EE.UU., tales como el programa de refugiados, visados familiares o visados laborales.
De acuerdo con los documentos del Departamento de Estado, esta medida forma parte de un esfuerzo más amplio para revisar cómo EE.UU. gestiona los procesos migratorios en función de sus intereses nacionales. Además, se menciona que la decisión está relacionada con la suspensión del Programa de Admisión de Refugiados de EE.UU., que permitía a personas que huían de conflictos bélicos y persecuciones acceder al país.
El cierre de estas oficinas es un componente significativo de la nueva política migratoria estadounidense implementada tras la asunción de Trump. Desde el 21 de enero, esta política permite que los funcionarios de Inmigración y Control de Aduanas deporten a inmigrantes indocumentados sin necesidad de una orden judicial. Asimismo, se ha eliminado toda protección para migrantes irregulares que se encuentren refugiados en iglesias y otros espacios seguros, facilitando así su arresto y deportación.