El Departamento de Justicia de EE. UU. ha demandado a Walgreens por llenar millones de recetas de opioides ilegales, contribuyendo a la crisis de opioides en el país. La demanda alega que Walgreens ignoró "señales de alerta" y presionó a los farmacéuticos para priorizar la rapidez sobre la diligencia debida, lo que permitió que medicamentos peligrosos inundaran las comunidades. Se acusa a la cadena de farmacias de violar la Ley de Sustancias Controladas y la Ley de Reclamos Falsos, buscando el gobierno sanciones civiles y daños. Este caso resalta el papel de las farmacias en la epidemia de opioides, que ha causado casi 727,000 muertes desde 1999.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ) ha presentado una demanda contra Walgreens, acusando a la reconocida cadena de farmacias de haber dispensado millones de recetas ilegales de opioides, contribuyendo así a la devastadora epidemia de opioides que afecta al país. Esta acción legal se basa en alegaciones de que Walgreens ignoró señales de alerta y presionó a sus farmacéuticos para priorizar la rapidez sobre el cumplimiento adecuado.
La demanda civil, anunciada el 17 de enero, sostiene que Walgreens violó la Ley de Sustancias Controladas (CSA) y la Ley de Reclamos Falsos (FCA) al despachar recetas sin un propósito médico legítimo y buscar reembolsos a través de programas federales de salud. Presentada en el Tribunal del Distrito Norte de Illinois, el documento resalta fallas sistémicas que permitieron que medicamentos peligrosos inundaran comunidades, exacerbando una crisis que ha cobrado casi 727,000 vidas desde 1999.
Según las acusaciones del DOJ, los farmacéuticos de Walgreens llenaron millones de recetas para opioides y otras sustancias controladas a pesar de las claras “señales rojas” que indicaban su posible ilegalidad. Se afirma que Walgreens ejerció presión sobre sus empleados para priorizar la velocidad en el servicio, limitando así su capacidad para verificar la legitimidad de las recetas.
“Estas prácticas permitieron que millones de píldoras opioides y otras sustancias controladas fluyeran ilegalmente fuera de las tiendas Walgreens”, declaró Brian M. Boynton, Fiscal Adjunto Principal del DOJ.
Además, la demanda indica que Walgreens desestimó datos internos y advertencias provenientes de sus propios farmacéuticos, privándolos de información crucial para identificar a prescriptores sospechosos. Cuatro denunciantes, ex-empleados de Walgreens, sacaron a la luz estas alegaciones bajo la Ley de Reclamos Falsos, que permite a particulares demandar en nombre del gobierno.
No es solo Walgreens quien enfrenta un escrutinio legal por su implicación en la crisis de opioides. El DOJ presentó una demanda similar contra CVS el mes pasado, acusando a esta cadena farmacéutica por llenar excesivas y prematuras recetas para opioides. En 2022, Walgreens acordó pagar hasta $5.52 mil millones durante 15 años para resolver miles de demandas interpuestas por gobiernos estatales y locales que alegaban que la compañía había alimentado la epidemia. Otras grandes empresas del sector farmacéutico han pagado colectivamente alrededor de $50 mil millones en acuerdos durante los últimos años.
A pesar de estos acuerdos, la crisis sigue devastando comunidades en todo Estados Unidos. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) reportan un incremento alarmante en las muertes por sobredosis relacionadas con opioides, siendo los opioides sintéticos como el fentanilo los principales responsables del aumento. Críticos argumentan que las farmacias y los fabricantes han priorizado las ganancias sobre la salud pública, facilitando el uso indebido generalizado de analgésicos adictivos.