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Alemania enfrenta crisis energética al importar electricidad nuclear tras cerrar sus reactores

Crisis energética

OpenAI | Martes 21 de enero de 2025

Alemania, que antes dependía de la energía nuclear, ahora se ve obligada a importar electricidad nuclear costosa de Francia para hacer frente a la escasez energética. La decisión de eliminar gradualmente la energía nuclear ha dejado al país vulnerable a cortes de suministro y costos elevados de electricidad. Críticos afirman que esta medida socava los objetivos climáticos de Alemania y aumenta la dependencia de combustibles fósiles. A medida que se acercan las elecciones federales, líderes opositores piden revertir la fase de eliminación nuclear, mientras el gobierno actual sigue comprometido con su agenda de energía verde. La crisis energética plantea dudas sobre la sostenibilidad de la transición energética del país y su dependencia de fuentes renovables intermitentes.



La paradoja nuclear de Alemania: Importación de energía costosa tras el cierre de sus reactores

En un giro irónico, Alemania, que alguna vez fue un referente en el uso de la energía nuclear, se ha visto obligada a importar electricidad generada por energía nuclear desde Francia para hacer frente a las carencias energéticas que enfrenta actualmente. Esta situación ha surgido como consecuencia de la decisión del país europeo de eliminar gradualmente esta fuente de energía, lo que ha dejado a Alemania vulnerable ante escasez energética y costos elevados.

Los críticos sostienen que la eliminación de la energía nuclear ha socavado los objetivos climáticos del país, aumentando su dependencia de combustibles fósiles y fallando en la reducción efectiva de las emisiones de carbono. A medida que se acercan las elecciones federales, los líderes de la oposición han comenzado a exigir una reversión de esta política, mientras que el gobierno actual se mantiene firme en su agenda de energías renovables.

Un panorama energético incierto

A medida que Alemania se prepara para unas elecciones federales cruciales, su política energética está bajo un intenso escrutinio. Desde el cierre de su último reactor nuclear en abril de 2023, el país ha enfrentado recurrentes problemas energéticos, especialmente durante períodos con baja producción de energías renovables. Este invierno, un sistema de alta presión ha generado cielos nublados y vientos débiles, lo que ha reducido drásticamente la generación solar y eólica.

Según el experto meteorológico Karsen Brandt, “los días venideros serán muy débiles en términos de generación eólica”, lo que resalta aún más la precariedad del sistema energético alemán. Ante esta situación, los operadores de la red han recurrido a Francia, donde las plantas nucleares están funcionando a plena capacidad. Esta dependencia ha elevado los costos, con precios eléctricos alcanzando hasta €1,156 por megavatio-hora durante los momentos críticos en diciembre.

Una decisión histórica cuestionada

La fase de eliminación nuclear en Alemania comenzó en 2011 tras el desastre de Fukushima en Japón. La decisión fue impulsada por la entonces canciller Angela Merkel y recibió críticas generalizadas. Los opositores argumentaron que abandonar una fuente energética libre de emisiones perjudicaría los objetivos climáticos del país y aumentaría su dependencia del carbón y gas natural.

A pesar de haber invertido miles de millones en su política Energiewende, las emisiones de carbono alemanas han aumentado debido al reemplazo de reactores nucleares por plantas a carbón y gas. Por otro lado, Francia ha logrado reducir significativamente sus emisiones gracias a su apuesta por la energía nuclear desde los años setenta.

Reacciones políticas ante la crisis energética

Con el agravamiento de la crisis energética en Alemania, líderes opositores están pidiendo una reversión del cierre nuclear. Alice Weidel, co-líder del partido Alternativa para Alemania (AfD), ha calificado a los aerogeneradores como “molinos de viento de vergüenza” y prometió revitalizar el sector energético nuclear del país.

El gobierno actual formado por SPD y Verdes sigue comprometido con su agenda ecológica; sin embargo, con los precios energéticos disparándose y los riesgos relacionados con el suministro aumentando, esta política es cada vez más vista como un fracaso.

El futuro energético alemán

La situación actual pone en evidencia las dificultades inherentes a la transición hacia una economía basada en energías renovables. Aunque Energiewende fue considerada una experiencia audaz, su dependencia de fuentes intermitentes ha dejado al país expuesto a escaseces y volatilidad en los precios.

A medida que se aproximan las elecciones federales, es probable que el debate sobre la energía nuclear se intensifique. Los líderes opositores abogan por un regreso a esta fuente energética como esencial para garantizar tanto la seguridad energética como los objetivos climáticos del país.

Las decisiones futuras son cruciales: el futuro energético de Alemania—y su capacidad para cumplir con sus metas climáticas—está en juego. En este contexto irónico, un país que lideró durante años la oposición a la energía nuclear ahora se ve obligado a importarla a altos precios para mantener su funcionamiento diario.

La noticia en cifras

Cifra Descripción
€1,156 Precio máximo de la electricidad en el intercambio durante las escaseces en diciembre.
50% Aumento de los precios de la electricidad en los hogares alemanes entre 2006 y 2017.
40% Diferencia de costos de electricidad entre Francia y Alemania, siendo la electricidad en Francia un 40% más barata.
75% Porcentaje de necesidades eléctricas que cubre la energía nuclear en Francia.

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