En una reciente entrevista con Joe Rogan, Mark Zuckerberg reveló que la administración Biden presionó agresivamente a Meta para censurar publicaciones que cuestionaban la seguridad y eficacia de las vacunas COVID-19, incluso cuando contenían información veraz. Zuckerberg criticó estas acciones como probablemente ilegales y describió el proceso de verificación de hechos de Meta como orwelliano, lo que erosionó la confianza pública. La conversación destacó cómo la colaboración entre intereses gubernamentales y corporativos ha limitado la libertad de salud durante la pandemia, priorizando las ganancias de Big Pharma sobre el bienestar público. Este diálogo plantea serias preocupaciones sobre la censura y la defensa de la libertad de expresión en una sociedad democrática. Para más detalles, visita el enlace.
En una reciente entrevista en “The Joe Rogan Experience”, el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, expuso las tácticas agresivas empleadas por la administración Biden para silenciar las críticas durante la pandemia de COVID-19. Este giro inesperado en la postura de Zuckerberg, quien anteriormente había sido considerado un aliado del establecimiento tecnológico progresista, lo posiciona como un crítico del exceso gubernamental, especialmente en lo que respecta a la libertad de expresión y la salud pública.
Durante la conversación, Zuckerberg reveló que la administración Biden presionó a Meta para eliminar publicaciones que cuestionaban la seguridad y eficacia de las vacunas contra el COVID-19, incluso cuando estas contenían información veraz. “Ellos llamaban a nuestro equipo y les gritaban, maldiciendo y amenazando con represalias si no eliminábamos cosas que eran ciertas”, afirmó Zuckerberg. Esta situación fue calificada por él como “brutal” y sugirió que el gobierno debería defender a sus empresas en lugar de atacarlas.
Zuckerberg reconoció que aunque creía que los actos de la administración estaban motivados por un supuesto “bien mayor”, admitió que sus métodos probablemente violaban la ley. “Creo que tenían un tipo de objetivo que pensaban era en interés del país. Y la forma en que lo hicieron, creo que violó la ley”, comentó.
El presentador Joe Rogan, conocido por su crítica a los mandatos de vacunación y a la censura, cuestionó rápidamente las justificaciones de Zuckerberg. “Hay varios problemas con eso”, replicó Rogan. Señaló que la autorización de uso de emergencia (EUA) para las vacunas requería suprimir tratamientos alternativos. “No puedes tener esa [EUA] sin terapias válidas disponibles. Y así suprimieron terapias válidas. Están suprimiendo información real que ayudaría a las personas a estar sanas y vencer esta enfermedad”, añadió.
Rogan comparó esta estrategia con el argumento presentado en el filme "Dallas Buyers Club", sobre cómo las agencias gubernamentales suprimieron tratamientos vitales durante la crisis del SIDA para promover una única solución rentable. “Este es el mismo plan que se llevó a cabo con la vacuna contra el COVID”, dijo Rogan, enfatizando el extraordinario lucro obtenido durante ese periodo.
Zuckerberg también reflexionó sobre el papel de Meta en la censura durante la pandemia, describiendo el proceso de verificación de hechos como algo salido de "1984". Admitió que este programa erosionaba la confianza pública y creaba una “pendiente resbaladiza” donde Meta se convirtió en el árbitro de la verdad. “Llegó a un punto donde esto está destruyendo tanta confianza, especialmente en Estados Unidos”, declaró.
El CEO elogió una característica llamada “notas comunitarias” de X como una alternativa más transparente al enfoque jerárquico de moderación utilizado por Facebook. Además, sugirió que los creadores de contenido en redes sociales están reemplazando a los medios tradicionales y al gobierno como nuevas figuras culturales hacia las cuales las personas buscan información.
No obstante, el renovado compromiso de Zuckerberg con la libertad de expresión tiene límites. Bajo las nuevas políticas más flexibles de moderación implementadas por Meta, discursos controvertidos y ofensivos ahora son permitidos, lo cual ha generado indignación tanto dentro de la empresa como entre críticos externos. Sin embargo, Zuckerberg defendió estos cambios argumentando que si una declaración es aceptable en el Congreso, debería ser debatible en redes sociales.
La entrevista con Zuckerberg subraya un problema crítico: la erosión de la libertad sanitaria bajo el pretexto del bienestar público. La supresión de tratamientos alternativos y el silenciamiento de voces disidentes durante la pandemia no solo buscaban controlar narrativas; también estaban orientados a proteger los beneficios de la industria farmacéutica.
Como señaló Rogan, la pandemia fue un caso ejemplar sobre cómo los intereses gubernamentales y corporativos pueden coludirse para suprimir información y limitar elecciones individuales. El resultado fue una transferencia masiva de riqueza hacia Big Pharma, sin considerar las consecuencias a largo plazo derivadas de esta censura y coerción.
A pesar del paso adelante representado por las declaraciones públicas de Zuckerberg contra estas prácticas, persisten interrogantes sobre por qué tardó tanto tiempo en manifestarse al respecto. Como ciudadanos debemos permanecer alertas en defensa de nuestras libertades —tanto para expresarnos como para tomar decisiones informadas sobre nuestra salud. Las lecciones aprendidas durante esta crisis deben servirnos como advertencia: cuando gobiernos y corporaciones se unen para silenciar disidencias, corre riesgo nuestra democracia misma.
En conclusión, la conversación entre Zuckerberg y Rogan nos recuerda que tanto la libertad de expresión como la libertad sanitaria no son meras ideas abstractas; son pilares fundamentales para una sociedad libre. Frente a intereses poderosos, es imperativo defenderlas con firmeza.