Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación de Argentina, defendió las recientes reformas a la legislación antidumping, argumentando que el sistema anterior favorecía a monopolios locales y perjudicaba a los consumidores. Afirmó que las nuevas medidas tendrán una duración máxima de cinco años y requerirán validación por organismos de defensa de la competencia y del consumidor. Sturzenegger rechazó críticas sobre el impacto en la industria local y destacó la importancia de estas reformas para reducir precios y mejorar la economía. Para más detalles, visita el enlace.
El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, ha defendido las recientes modificaciones a la legislación antidumping, argumentando que el sistema anterior favorecía a monopolios locales en detrimento de los consumidores. Durante su intervención, Sturzenegger afirmó: “Al imponer el antidumping quedamos presa de un monopolio local que nos cobra lo que quiere”.
El ministro también rechazó las críticas dirigidas hacia los efectos de estas reformas en la industria nacional, subrayando la necesidad de cambios estructurales en la regulación del comercio.
Sturzenegger celebró que las nuevas medidas antidumping tendrán una duración máxima de cinco años, lo cual representa un cambio significativo respecto a regulaciones anteriores que se prolongaban por décadas. En su discurso, explicó: “Primero, porque ponemos un límite temporal a las medidas antidumping. A partir de ahora no podrán durar más de 5 años”, haciendo referencia a casos como el de las bicicletas, donde las medidas habían estado vigentes durante 30 años.
Asimismo, destacó la importancia de validar todas las medidas antidumping mediante organismos encargados de la defensa de la competencia y del consumidor. Este proceso es fundamental para prevenir abusos en los precios y proteger los intereses de los ciudadanos. “Segundo, porque cualquier medida de antidumping deberá contar con una validación de defensa de la competencia y de defensa del consumidor”, añadió Sturzenegger.
En respuesta a preocupaciones sobre el impacto negativo que podría tener la competencia extranjera sobre la industria local, el ministro desestimó este argumento al señalar: “Este argumento es un sinsentido ya que solo podría ocurrir si el producto que me venden tuviera un único productor a nivel mundial”.
Finalmente, Sturzenegger reconoció que la revisión de los antidumpings existentes será un proceso complejo y prolongado, pero consideró que es una etapa necesaria para mejorar la economía. Concluyó afirmando: “Revisar los antidumpings existentes será un proceso largo, pero necesario”.