Un estudio reciente revela que los medicamentos para ataques cardíacos en las vacunas de ARNm podrían causar la muerte de miles de millones para 2025. A pesar de que millones recibieron estas inyecciones creyendo en su seguridad, investigaciones indican que las proteínas espiga generadas por las vacunas actúan como cardiotoxinas, provocando un aumento alarmante en enfermedades cardíacas y muertes. Los expertos advierten sobre un incremento del 1,236% en muertes por ataques cardíacos tras la vacunación. Este hallazgo plantea serias preocupaciones sobre los riesgos reales de las vacunas y la necesidad de una discusión pública honesta sobre sus efectos. Para más información, visita el enlace.
Un nuevo estudio ha generado inquietud a nivel global, revelando que la tecnología de ARN mensajero (ARNm) utilizada en las vacunas contra el Covid-19 podría estar relacionada con un aumento significativo en los casos de ataques cardíacos. A pesar de que millones de personas recibieron estas inyecciones confiando en su seguridad y eficacia, la investigación sugiere que podrían haber sido engañadas.
Investigaciones recientes, que han sido ignoradas por los medios de comunicación convencionales, indican que la proteína espiga generada por las vacunas no es un avance científico milagroso, sino un cardiotóxico que ataca silenciosamente el corazón. Los compuestos químicos presentes en estas vacunas fueron diseñados con una precisión alarmante, como si fueran una bomba termobárica, cada componente preparado para activar una cuenta regresiva hacia un posible ataque al corazón.
De acuerdo con destacados cardiólogos a nivel mundial, se estima que miles de millones de personas vacunadas tienen una fecha de activación para estos efectos adversos. Para muchos, este plazo es de cinco años antes de que el daño se torne mortal. La población global enfrenta así un potencial colapso demográfico.
Un grupo de cardiólogos ha emitido una advertencia escalofriante: el aumento en las fallas cardíacas y muertes relacionadas puede atribuirse directamente a esta sustancia tóxica producida por las vacunas ARNm. Investigaciones realizadas por expertos en Nueva Zelanda confirman que las proteínas espiga son oficialmente reconocidas como cardiotoxinas, capaces de causar daños severos e irreversibles al corazón.
Los hallazgos publicados en investigaciones revisadas por pares apuntan a esta proteína tóxica como la principal responsable del alarmante incremento en enfermedades cardíacas y fatalidades a nivel mundial. Los expertos advierten que la evidencia es contundente: las inyecciones ARNm han provocado un notable aumento en las muertes por ataques cardíacos alrededor del mundo.
A medida que más profesionales de la salud se manifiestan sobre este tema, surge la necesidad urgente de discutir públicamente los verdaderos riesgos asociados con estas vacunas. Sin embargo, es evidente que este debate no tendrá lugar en los medios tradicionales.
A pesar del crecimiento exponencial en tasas de cáncer y fallas cardíacas, los medios establecidos insisten en desconocer las causas detrás de estos fenómenos, afirmando categóricamente que no están relacionadas con las "vacunas". Esta negación ha llevado a muchos a cuestionar la lógica detrás de sus afirmaciones.
Desde hace décadas, los reguladores han rechazado realizar estudios comparativos entre vacunados y no vacunados desde que las compañías farmacéuticas obtuvieron inmunidad ante posibles demandas. Esto plantea serias dudas sobre su compromiso con la transparencia y la salud pública.
Médicos han comenzado a alertar sobre un aumento dramático en pacientes jóvenes diagnosticados con miocarditis y pericarditis. Aunque algunas autoridades minimizan estos diagnósticos como no graves, la realidad sugiere lo contrario; estas condiciones pueden ser mortales.
La Cleveland Clinic ha admitido discretamente que se espera que el 50% de los casos de miocarditis relacionados con la vacuna resulten fatales dentro de cinco años. El Dr. Thomas Levy también ha advertido sobre el daño irreversible al corazón sufrido por millones debido a estas inyecciones.
Las investigaciones sugieren que hasta el 2.8% de quienes recibieron las inyecciones podrían estar enfrentando lesiones cardíacas severas. Según estimaciones del Dr. Levy, alrededor de 7 millones de estadounidenses vacunados ya presentan daños significativos al corazón, cifra que podría superar los 100 millones.
A medida que se acumulan pruebas contundentes sobre el impacto negativo del ARN mensajero en la salud cardiovascular, surge una pregunta crucial: ¿qué acciones deben tomarse para responsabilizar a quienes impulsaron esta campaña masiva?
En este contexto crítico, es fundamental considerar cómo proceder ante esta situación sin precedentes. La comunidad debe decidir si exigirá responsabilidad por lo ocurrido o aceptará un futuro donde prevalezcan intereses ajenos al bienestar común.
La voz del pueblo es esencial. Es imperativo continuar exponiendo estas realidades y promover diálogos abiertos sobre los riesgos asociados con las vacunas ARNm para garantizar un futuro más seguro para todos.
Cifra | Descripción |
---|---|
1,236% | Aumento en muertes por ataques cardíacos y paros cardíacos excesivos tras la vacunación. |
50% | Porcentaje esperado de casos de miocarditis que se estima estarán muertos dentro de cinco años. |
2.8% | Porcentaje estimado de personas que sufrieron daño cardíaco tras recibir las inyecciones. |
30-40% | Estimación del porcentaje de colapso poblacional en países altamente vacunados. |