El movimiento por la independencia de Groenlandia está cobrando fuerza con una comisión de dos años que busca desvincularse de Dinamarca. Con un 80% de apoyo en las últimas elecciones, los partidos pro-independencia dominan la política groenlandesa. La independencia se ve impulsada por la necesidad de asegurar recursos minerales y energía en un contexto geopolítico donde Estados Unidos busca contrarrestar la influencia de China y Rusia. Groenlandia, rica en minerales raros, podría convertirse en un aliado estratégico para EE.UU., especialmente ante la creciente competencia global. El primer ministro Múte Egede ha declarado que es tiempo de "quitarse las cadenas de la era colonial" y avanzar hacia la soberanía.
En un contexto de creciente competencia global, especialmente con naciones como Rusia y China, el movimiento por la independencia de Groenlandia está tomando fuerza. Funcionarios estadounidenses reconocen la necesidad de asegurar fuentes de energía esenciales, como la energía hidroeléctrica, así como oportunidades mineras para extraer minerales raros. Estos recursos son fundamentales para impulsar avances en inteligencia artificial, robótica y otros sectores tecnológicos.
Este escenario podría explicar el interés del presidente electo Donald Trump en promover una fusión entre Groenlandia y Canadá con los Estados Unidos, ya sea por motivos económicos o para garantizar el acceso a recursos valiosos. Ante la inminencia de una guerra comercial con China, Estados Unidos se ve obligado a diversificar sus fuentes de minerales raros ante la posibilidad de que China restrinja el suministro.
Actualmente, Trump está impulsando un movimiento por la independencia de Groenlandia, con una comisión de dos años trabajando en propuestas estadounidenses relacionadas con esta fusión.
Groenlandia, considerada la isla más grande del mundo con una población aproximada de 57,000 habitantes, se encuentra cada vez más cerca de lograr su independencia de Dinamarca. Una comisión está abordando los aspectos legales y logísticos del proceso, conforme a una ley danesa de 2009 que establece los pasos necesarios. En su discurso de Año Nuevo, el primer ministro groenlandés Múte Egede afirmó que ha llegado el momento de “eliminar las cadenas de la era colonial” y avanzar hacia la independencia.
A pesar de que el impulso por la independencia no es nuevo, ya que los partidos pro-independencia han dominado históricamente la política groenlandesa obteniendo un 80% del voto en las últimas elecciones, el panorama geopolítico actual ha intensificado este movimiento. A medida que las potencias mundiales compiten por el control sobre los minerales raros—esenciales para tecnologías avanzadas—los vastos recursos no explotados de Groenlandia se han convertido en un punto focal.
“Es hora de dar el siguiente paso para nuestro país”, expresó Egede. “Al igual que otras naciones en el mundo, debemos trabajar para eliminar los obstáculos a la cooperación—que podemos describir como las cadenas de la era colonial—y avanzar.”
Estados Unidos ha considerado a Groenlandia un activo estratégico debido a su ubicación entre el Atlántico Norte y el océano Ártico, además de su potencial riqueza mineral. La oferta del expresidente Donald Trump en 2019 para comprar Groenlandia fue objeto de burla; sin embargo, subrayó la importancia geopolítica de la isla. Aunque una venta parece improbable, existe la posibilidad de aumentar la cooperación militar y económica entre un Groenlandia independiente y Estados Unidos.
Ulrik Pram Gad, investigador senior en el Instituto Danés de Estudios Internacionales, comentó: “Mi pronóstico es que el gobierno danés aceptará [la independencia de Groenlandia] en los próximos años. Una Groenlandia independiente sería libre para forjar sus propios vínculos económicos o de seguridad con EE.UU., Dinamarca o cualquier otro país.”
Un sondeo realizado en 2021 reveló que el 69% de los groenlandeses favorece una cooperación más estrecha con Estados Unidos, frente al 39% que apoya vínculos más fuertes con China. Este sentimiento coincide con los intereses estadounidenses, especialmente ante el creciente control chino sobre el suministro global de minerales raros.
China controla más del 80% del suministro mundial de minerales raros, elementos cruciales como disprosio, terbio, neodimio y praseodimio. Estos minerales son esenciales para fabricar desde turbinas eólicas hasta baterías para vehículos eléctricos y sistemas avanzados de armamento.
El Departamento de Energía estadounidense ha identificado estos minerales como materiales críticos y ha advertido sobre los riesgos significativos que representa depender de China para su suministro. En diciembre de 2023, China interrumpió las exportaciones a EE.UU., un movimiento percibido como represalia ante las restricciones estadounidenses sobre ventas tecnológicas hacia China.
Groenlandia podría ofrecer una solución gracias a sus reservas minerales aún no explotadas. Se estima que posee depósitos significativos de elementos raros, lo que podría convertirla en una alternativa viable a los suministros chinos. Sin embargo, extraer estos recursos requeriría inversiones sustanciales y desarrollo infraestructural—a desafíos que podrían ser abordados mediante cooperación estadounidense.
Fuentes:
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 80% | Porcentaje de votantes que apoyan la independencia en las últimas elecciones en Groenlandia. |
| 57,000 | Población aproximada de Groenlandia. |
| 69% | Porcentaje de groenlandeses que favorecen una cooperación más cercana con los EE. UU. |
| 39% | Porcentaje de groenlandeses que apoyan vínculos más fuertes con China. |