Un médico de Alberta, el Dr. Daniel Nagase, ha denunciado un posible intento de asesinato contra el Dr. Gary Davidson, exjefe del Departamento de Emergencias de Red Deer, quien sufrió una infección por sepsis tras una supuesta inyección deliberada de heces en 2023. Esta grave acusación plantea interrogantes sobre la corrupción y la falta de transparencia en el manejo de datos COVID-19 en la provincia, donde Davidson lideraba un grupo encargado de evaluar la respuesta a la pandemia. Nagase critica el silencio y las posibles motivaciones financieras detrás de la retención de información crucial relacionada con la salud pública. La situación resalta el dilema moral que enfrentan los profesionales médicos ante presiones institucionales y la necesidad de priorizar la vida humana por encima de lealtades organizacionales.
El Dr. Daniel Nagase, un médico de emergencias canadiense, ha hecho acusaciones graves en relación con lo que considera un intento de asesinato contra el Dr. Gary Davidson, exjefe del Departamento de Emergencias de Red Deer y presidente del grupo de trabajo sobre datos de COVID-19 en Alberta. Según Nagase, este incidente se produjo a través de la inyección deliberada de heces, lo que provocó una infección por sepsis potencialmente mortal en Davidson.
El suceso tuvo lugar en el Hospital Red Deer en 2023 y se caracterizó por un deterioro repentino de la salud de Davidson, quien pasó de sufrir neumonía a desarrollar una infección por sepsis causada por cinco bacterias diferentes. Nagase sostiene que esta condición solo podría haber sido provocada por la introducción intencionada de bacterias en el torrente sanguíneo.
Davidson había perdido su licencia médica debido a la prescripción de ivermectina y a sus opiniones disidentes sobre el manejo del COVID-19. Además, ocupaba un puesto clave como presidente del grupo encargado de revisar la respuesta pandémica del gobierno provincial, una iniciativa valorada en 2 millones de dólares lanzada por la Premier Danielle Smith.
Nagase criticó abiertamente la falta de transparencia y la retención de datos cruciales sobre COVID-19, sugiriendo que incentivos financieros y acuerdos de confidencialidad podrían estar impidiendo la divulgación de información vital para la salud pública.
La situación plantea un dilema moral significativo para los profesionales médicos, quienes deben equilibrar sus obligaciones profesionales con temores personales. En este sentido, Nagase instó a sus colegas a priorizar la vida humana por encima de lealtades institucionales.
En un relato escalofriante que desafía las fronteras entre negligencia médica y criminalidad potencial, Nagase expone su perspectiva sobre cómo las decisiones motivadas por intereses personales pueden tener consecuencias devastadoras para los pacientes. “Los crímenes prosperan cuando la codicia y el miedo son la norma”, afirmó.
Las implicaciones del caso son alarmantes. Nagase mencionó ejemplos concretos, como el fallecimiento de Sheila Annette Lewis en 2023 tras rechazar una vacuna mRNA necesaria para un trasplante pulmonar. También destacó un incremento inusual en casos de cáncer y eventos cardiovasculares tras la vacunación masiva con mRNA.
A medida que las revelaciones continúan saliendo a la luz, surge una pregunta crítica: ¿qué sucede cuando los médicos enfrentan amenazas al expresar preocupaciones legítimas sobre prácticas médicas? La historia del Dr. Nagase es un recordatorio contundente sobre la importancia de mantener la integridad profesional frente a presiones externas.