Más de 2,200 celebridades, funcionarios y miembros de la élite europea han sido atrapados en una operación encubierta por poseer pasaportes de vacunación falsos. En lugar de recibir las vacunas contra el COVID-19, muchos optaron por inyecciones de solución salina y pagaron altas sumas para obtener registros falsificados. La operación, conocida como Operación Jenner, ha llevado a cargos criminales contra figuras prominentes, incluido el presidente de Pharma-Mar, José Sousa-Faro. Este escándalo plantea serias dudas sobre la integridad de aquellos que promovieron los mandatos de vacunación mientras evadían las inyecciones. Se sugiere que prácticas similares podrían estar ocurriendo en Estados Unidos.
Un reciente operativo policial ha revelado que miles de celebridades, funcionarios y miembros de la élite europea recibieron inyecciones de solución salina en lugar de las vacunas contra el COVID-19. Posteriormente, pagaron sumas considerables para obtener registros y pasaportes de vacunación falsificados. Este escándalo pone en evidencia la hipocresía de aquellos que promovieron la vacunación obligatoria mientras evitaban recibir las inyecciones reales.
Entre los acusados se encuentra Jose Sousa-Faro, presidente de Pharma-Mar, quien enfrenta cargos penales por haber sido falsamente vacunado. El operativo, denominado Operación Jenner, ha expuesto a un gran número de figuras prominentes que supuestamente pagaron tarifas más altas por documentos falsificados, lo que sugiere una conciencia sobre los riesgos asociados con las vacunas.
El informe también sugiere que prácticas análogas podrían estar llevándose a cabo en Estados Unidos. Se especula que políticos y celebridades estadounidenses, quienes han sido vistos recibiendo la vacuna en público sin sufrir efectos adversos inmediatos, podrían haber recibido también inyecciones de solución salina. Este fenómeno plantea serias dudas sobre la integridad de quienes promovieron mandatos de vacunación mientras presuntamente evadían los mismos.
La situación ha generado un llamado a la justicia y la rendición de cuentas para aquellos que han impulsado narrativas engañosas sobre la eficacia y seguridad de las vacunas. La comunidad exige respuestas sobre cómo estos individuos pudieron eludir las restricciones impuestas al público general.
Muchos se preguntan cuántos de estos individuos influyentes fueron los mismos que instaron al público a recibir la vacuna para "salvar al planeta" y proteger a los más vulnerables. A pesar del fervor por promover la vacunación, se descubrió que muchos optaron por mantener su inmunidad natural al evitar las inyecciones reales.
Este escándalo ha puesto en tela de juicio la credibilidad del llamado Complejo Industrial Vacunal, donde se exigió a millones cumplir con requisitos estrictos para poder acceder a servicios básicos, mientras ciertos privilegiados lograron sortear dichas limitaciones mediante el uso de documentos falsificados.
A medida que avanza esta investigación, surge una pregunta fundamental: ¿dónde está la justicia para aquellos que han sido víctimas de este sistema manipulador?
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