El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, conmemoró el segundo aniversario del intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023, llevado a cabo por simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro. Durante su discurso, Lula enfatizó la importancia de la democracia y la unidad entre diferentes ideologías, afirmando: "dictadura nunca más, democracia siempre". También devolvió al patrimonio nacional 21 obras que habían sido destruidas durante la intentona golpista. La ceremonia se destacó por un mensaje claro sobre la resistencia democrática en Brasil. Para más detalles, visita el enlace.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, conmemoró este miércoles el segundo aniversario del intento de golpe de Estado que tuvo lugar el 8 de enero de 2023, perpetrado por simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro. En su discurso, Lula enfatizó: «Hoy es el día que debemos decir alto y claro: todavía estamos aquí», haciendo referencia a la exitosa película brasileña ‘Todavía estoy aquí’, basada en el libro autobiográfico del autor Marcelo Rubens Paiva, que narra la desaparición de su padre y el activismo político de su madre durante la última dictadura en Brasil (1964-1985).
El mandatario destacó la importancia de esta fecha para reafirmar la vigencia de la democracia en Brasil. «Estamos aquí para decir que estamos vivos y que la democracia está viva, al contrario de lo que planearon los golpistas», añadió Lula, quien hizo esta declaración solo tres días después de que Fernanda Torres se convirtiera en la primera actriz brasileña en recibir un Globo de Oro en EE.UU., en la categoría de Mejor Actriz, por una película que denuncia los crímenes cometidos durante la dictadura.
En su mensaje, Lula hizo un llamado a las diferentes corrientes políticas y sociales del país: «Estamos aquí mujeres y hombres de diferentes partidos, creencias e ideologías unidos en una causa común, para decir: dictadura nunca más, democracia siempre». Esta afirmación fue realizada mientras devolvía 21 obras del patrimonio brasileño que habían sido destruidas hace dos años por los golpistas que invadieron el Palacio del Planalto, el Congreso y la Corte Suprema.
Al concluir su discurso, Lula se unió a su esposa, Rosangela Janja da Silva, y a otros funcionarios al rededor del letrero “Democracia”, escrito con flores sobre el suelo. Este acto simbólico representa un fuerte compromiso con los valores democráticos y un rechazo contundente a cualquier intento de desestabilización política.