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Rusia captura Kurakhove, un golpe estratégico en Ucrania oriental

Captura Kurakhove

OpenAI | Miércoles 08 de enero de 2025

Las fuerzas rusas han capturado Kurakhove, un importante centro logístico en el este de Ucrania, marcando un momento crucial en el conflicto que dura casi tres años. La caída de esta localidad ofrece a Rusia una plataforma para avanzar hacia el oeste, amenazando rutas de suministro clave para Ucrania. A pesar de que Ucrania minimiza la pérdida, informes confirman que sus tropas han sido desplazadas a las afueras de Kurakhove. Este evento coincide con la inminente toma de posesión del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, generando especulaciones sobre posibles negociaciones de paz. La captura de Kurakhove representa no solo una victoria táctica sino también estratégica para Rusia, lo que plantea serios desafíos para Ucrania en su lucha por mantener el control en la región del Donbas.



Las fuerzas rusas han capturado Kurakhove, un importante centro logístico en el este de Ucrania, marcando un momento crucial en el conflicto que se extiende por casi tres años. La caída de esta localidad proporciona a Rusia una base para avanzar hacia el oeste, lo que pone en riesgo las rutas de suministro clave para Ucrania. Aunque Ucrania minimiza la pérdida, los informes confirman que sus tropas han sido empujadas a las afueras de Kurakhove.

Un avance estratégico

En una escalada significativa del conflicto entre Rusia y Ucrania, las fuerzas rusas anunciaron el lunes la captura de Kurakhove, ubicado en la región de Donetsk. Esta batalla por la ciudad industrial ha estado en curso desde mediados de octubre y representa un punto de inflexión en la guerra, ya que Rusia consolida su control sobre la región del Donbás y se posiciona para posibles negociaciones de alto el fuego bajo una nueva administración estadounidense.

El Ministerio de Defensa ruso declaró que sus tropas habían "liberado completamente" Kurakhove, describiéndolo como una "área fortificada poderosa" con una red de puestos de avanzada y comunicaciones subterráneas. Además, afirmaron que las fuerzas ucranianas sufrieron pérdidas significativas, aunque estas cifras no han sido verificadas independientemente. Fuentes como Associated Press y el grupo de monitoreo ucraniano DeepState han corroborado la afirmación rusa sobre el control de gran parte de la ciudad, a pesar de que Kiev insiste en que los combates continúan.

Consecuencias para Ucrania

Kurakhove, situado en una carretera central que conecta el este y el sur de Ucrania, ha sido durante mucho tiempo un bastión crítico para las fuerzas ucranianas. Su zona industrial y su planta térmica lo convierten en una posición logística y defensiva clave. La pérdida de esta localidad representa un gran revés para Ucrania, que ha luchado por contener el avance implacable de Rusia en la región.

La captura de Kurakhove no solo es una victoria táctica sino también estratégica. Permite a Rusia lanzar ofensivas hacia Pokrovsk, un vital centro logístico ucraniano. Como señaló Michael Kofman del Carnegie Endowment, “Ucrania está perdiendo territorio”, y es probable que la situación empeore a medida que se profundice el invierno y continúe la incertidumbre respecto al apoyo occidental.

A pesar del intento ucraniano por minimizar esta pérdida, con un portavoz militar indicando que aún había combates dentro de los límites urbanos hasta el lunes por la mañana, informes sugieren que las fuerzas ucranianas han sido desplazadas a las afueras, manteniendo posiciones en el pueblo cercano de Dachne. La reticencia del ejército ucraniano a reconocer públicamente la caída de Kurakhove refleja su tendencia a retrasar declaraciones sobre derrotas importantes con el fin de mantener la moral y el apoyo internacional.

Nuevas dinámicas políticas

A medida que se intensifican los combates en Donetsk, Ucrania enfrenta desafíos crecientes ante la superioridad militar rusa y un apoyo occidental incierto. A pesar del contraataque ucraniano en la región rusa de Kursk, donde se han logrado avances limitados, los analistas consideran que estos esfuerzos son simbólicamente significativos pero no alteran significativamente el panorama estratégico general.

La captura de Kurakhove también coincide con la inminente toma de posesión del presidente electo estadounidense Donald Trump, lo cual genera especulaciones sobre posibles conversaciones pacíficas. Trump ha prometido poner fin rápidamente al conflicto; sin embargo, sus planes específicos aún son inciertos.

Un futuro incierto

Para Rusia, la captura de Kurakhove refuerza su posición negociadora al permitirle presentarse como la fuerza dominante en la región. Por otro lado, para Ucrania esta pérdida resalta la urgente necesidad de aumentar su asistencia militar occidental. El presidente Volodymyr Zelenskyy ha reiterado su llamado por más apoyo, advirtiendo que sin él, su capacidad para defender su territorio seguirá erosionándose.

La caída de Kurakhove simboliza un posible punto decisivo en la guerra entre Rusia y Ucrania al evidenciar los retos a los que se enfrenta Kiev mientras intenta contener a un ejército ruso más grande y mejor equipado. Con el invierno acercándose y cambios políticos inminentes en Washington, las próximas semanas serán cruciales tanto para Ucrania como para Rusia mientras ambos lados buscan fortalecer sus posiciones ante un futuro incierto.

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