La reciente escalada del conflicto entre Israel y Hamas ha puesto bajo el microscopio las reglas de compromiso del Ejército de Defensa de Israel (IDF), que han sido acusadas de permitir ataques indiscriminados contra civiles en Gaza. Tras el ataque de Hamas el 7 de octubre, se reporta que el IDF relajó sus normas, autorizando a oficiales intermedios a llevar a cabo bombardeos aéreos con un umbral más alto de bajas civiles, lo que resultó en el uso de bombas no guiadas en áreas densamente pobladas. Estas acciones han contribuido a una crisis humanitaria severa, con un número alarmante de víctimas civiles, incluidos niños. La comunidad internacional, incluida la Corte Internacional de Justicia, exige responsabilidad y protección para los civiles afectados por este conflicto. Es crucial que se priorice un diálogo significativo y se busque una resolución sostenible que respete los derechos humanos.
Tras el ataque de Hamas el 7 de octubre, se ha informado que las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) flexibilizaron sus reglas de enfrentamiento, permitiendo a oficiales de rango medio autorizar ataques aéreos con umbrales más altos de bajas civiles. Esto incluye operaciones que podrían resultar en la muerte de más de 100 civiles. La IDF ha utilizado bombas no guiadas de 2,000 libras en Gaza, una zona densamente poblada, apuntando a operativos de bajo nivel del grupo Hamas en áreas residenciales, lo que ha contribuido a una grave crisis humanitaria.
Informes del periódico Haaretz describen una “zona de muerte” en el Corredor Netzarim, donde supuestamente los soldados dispararon a civiles, incluidos niños, y clasificaron erróneamente las bajas civiles como combatientes. La Corte Internacional de Justicia ha ordenado a Israel prevenir actos de genocidio en Gaza, mientras que la administración Biden enfrenta críticas por su apoyo incondicional a pesar de las evidencias sobre violaciones a los derechos humanos.
El conflicto entre Israel y Hamas ha captado la atención mundial no solo por sus implicaciones geopolíticas, sino también por el devastador costo humano que ha tenido para los civiles en Gaza. Recientes reportes provenientes de fuentes confiables como The New York Times y Haaretz han planteado preocupaciones alarmantes sobre las reglas de enfrentamiento del IDF y su impacto en la vida civil. Para quienes defienden los derechos humanos, estas revelaciones son profundamente inquietantes y requieren una inmediata revisión.
De acuerdo con The New York Times, la IDF aflojó considerablemente sus reglas tras el ataque del 7 de octubre. El informe indica que se autorizó a oficiales intermedios llevar a cabo ataques aéreos incluso cuando preveían un alto número de bajas civiles. Anteriormente, la IDF toleraba entre cinco y diez muertes civiles por cada operativo enemigo abatido; sin embargo, este umbral se elevó hasta 20. En algunos casos, se autorizaron ataques pese a la probabilidad de causar más de 100 bajas civiles.
Este cambio en la política permitió al IDF atacar operativos menores del Hamas dentro de sus hogares, rodeados por familiares y vecinos, en lugar de aislarlos en áreas menos pobladas. El uso de bombas no guiadas en zonas densamente habitadas ha agravado aún más la crisis humanitaria. En las primeras siete semanas del conflicto, el IDF lanzó aproximadamente 30,000 municiones, cifra superior a la utilizada durante los ocho meses posteriores combinados.
A pesar del elevado número de víctimas –casi 45,400 según el Ministerio de Salud del enclave– la IDF defiende sus acciones argumentando que cumplen con el derecho internacional. Sin embargo, esta cifra revela un impacto desproporcionado sobre mujeres y niños inocentes.
Añadiendo preocupación a esta situación, Haaretz ha publicado relatos desgarradores provenientes de soldados israelíes que describen una “zona de muerte” en el Corredor Netzarim. Se alegan órdenes para disparar a cualquier palestino que ingresara al área delimitada, incluidos niños. Los cuerpos quedaron sin recoger y fueron objeto del acecho de manadas de perros; además, las bajas civiles eran sistemáticamente clasificadas como terroristas. Un oficial relató una macabra competencia entre unidades para acumular mayor cantidad de muertos.
Si estas acusaciones resultan ser ciertas, constituirían una grave violación a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario. La intención deliberada hacia civiles y el uso excesivo de fuerza son prácticas injustificables bajo cualquier circunstancia.
La inquebrantable defensa por parte del gobierno Biden hacia Israel es igualmente preocupante ante las crecientes evidencias sobre abusos a los derechos humanos. Si bien Israel tiene derecho a defenderse contra amenazas terroristas, este derecho no lo exime del deber fundamental de proteger vidas civiles. Estados Unidos debe asegurar que sus aliados actúen conforme al derecho internacional.
La Corte Internacional de Justicia ya ha tomado medidas al respecto al ordenar a Israel prevenir actos genocidas en Gaza y mejorar la situación humanitaria. El caso presentado por Sudáfrica ante dicha corte resalta la gravedad de estas acusaciones y la necesidad urgente por una investigación imparcial.
No podemos evadir estos temas cruciales; los derechos humanos son universales y su protección es un imperativo moral que trasciende afiliaciones políticas. Estos informes exigen un examen riguroso sobre las prácticas militares israelíes y un renovado compromiso con los principios fundamentales de justicia y responsabilidad.
A medida que este conflicto continúa causando estragos incalculables no solo en vidas humanas sino también erosionando la confianza social e intensificando ciclos violentos, es esencial que todas las partes prioricen la protección civil y busquen un diálogo significativo hacia una resolución sostenible que respete la dignidad y derechos humanos fundamentales.
En medio del profundo sufrimiento actual, permanecer callados no es una opción viable. Debemos exigir rendición cuentas e insistir en nuestro compromiso con los valores que nos definen como sociedad; las vidas innumerables e inocentes dependen directamente de ello.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 45,400 | Número de muertos en Gaza según el Ministerio de Salud del enclave. |
| 30,000 | Número de municiones disparadas por el IDF en las primeras siete semanas del conflicto. |
| 20 | Nuevo umbral de muertes civiles tolerado por el IDF por cada operativo enemigo muerto. |
| 100 | Cantidad de civiles que podrían ser asesinados en ciertos ataques autorizados. |