OPINIÓN

Coronavirus; como los nazis no señores

José Luis Úriz Iglesias | Sábado 21 de marzo de 2020
Leo con sorpresa primero, preocupación después y con indignación al final dos noticias sobre la sanidad y el coronavirus.

Una de ellas señala que sólo se atenderá con respiradores a personas de más de 65 años.

Un escalofrío me ha recorrido el cuerpo recordando lo que los nazis practicaron hace 80 años. Ellos lo llevaron al extremo y mandaban a esos mayores al crematorio.

La segunda es si cabe más terrible, porque viene de un sector del personal sanitario. En ella se señala un informe del Grupo de Trabajo de Bioética de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) y cuyo contenido han consensuado con la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), según el cual sólo se debe atender a los pacientes con “esperanza de vida superior a dos años”.

¿Quién y con qué percepción divina decide los pacientes que durarán menos de dos años? Está demostrado por los hechos que las generaciones anteriores, especialmente las que sufrieron la guerra y postguerra tienen más aguante que las actuales.

¿Deberemos salvarles a ellos y no atender a los jóvenes, cuya irracionalidad les lleva a caer como chinches en accidentes de tráfico de fin de semana?

¿Quién es más merecedor de selección positiva una persona mayor que se cuida al máximo, o un joven que se pone de alcohol y drogas hasta arriba arriesgando de manera suicida su vida y la de los demás?

¿Quién y con qué criterios se decide eso? ¿Sólo mirando el carné de identidad y viendo la fecha de nacimiento?

Estos señores médicos y las instituciones si valoran positivamente su informe, no son conscientes de que se comienza así y se acaba con las deleznables prácticas selectivas nazis.

Peligroso, muy peligroso abrir ese debate que no es sólo médico, sino fundamentalmente ético.

Para finalizar esta reflexión y sin ningún ánimo de crítica a un gobierno que apoyo, tengo la sensación de que quizás por inexperiencia, o simplemente debido a un exceso de prudencia, al inicio de la crisis no se han tomado las medidas debidas, especialmente en lo que se refiere a la concienciación ciudadana.

Hasta estos últimos días no se ha apreciado en la calle, al menos en Navarra, el miedo, o mejor dicho la prevención que este problema merecía. Ayer y hoy sí se ven mascarillas (por cierto aquella persona que tiene la suerte de haberla conseguido), guantes, o distancia entre personas en colas de comercios, o autobuses.

Probablemente porque escuchar hace una semana a Fernando Simón, o Salvador Illa a diferencia de ahora no transmitían esa sensación de riesgo.

Pero por encima de todo ello, al menos a quien escribe estas líneas, se transmite que no nos han contado todo, que aún no nos lo cuentan.

La pregunta que surge es: ¿se debe decir todo, todo y poner alerta a la población a riesgo de provocar un cierto pánico, o se debe ocultar, al menos lo fundamental para evitarlo? ¿Se hizo siguiendo consejos electoralistas de algún gurú como Iván Redondo, o criterios exclusivamente científicos?

En mi caso soy partidario de conocer al máximo el riesgo de una situación porque al final, como ahora, se acaba sabiendo produciendo una terrible idea de engaño.

¿Si te engañan los que nos dirigen en quién podemos confiar?

Sólo espero que este gobierno de izquierdas no acabe cayendo en la trampa de “profesionales” que priorizan la eficiencia a la ética, el pragmatismo a la solidaridad.

Esas gentes de más de 65 años, como muy bien señaló Pedro Sánchez, somos los que hemos soportado el peso de lo peor de la crisis, ayudando con nuestras pensiones y apoyo a nuestros hijos y nietos y toca devolvernos el esfuerzo realizado ahora que lo necesitamos.

¿Haremos como los nazis que suprimían a los débiles, diferentes, mayores, o daremos una lección de solidaridad inter generación que quede para la historia?

El problema no es excluir a los mayores para ahorrar respiradores y camas de UCI, sino dedicar todos los recursos, TODOS, a que todo aquel que lo necesite tenga sus cuidados médicos. Todos los cuidados médicos.

En estos instantes difíciles es cuando se demuestra la madurez de los dirigentes, especialmente si son de izquierdas.

Veremos...

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