Un caza F/A-18 de la Marina de EE. UU. fue derribado por el USS Gettysburg en un incidente de "fuego amigo" sobre el Mar Rojo, lo que ha generado dudas sobre la narrativa oficial. CENTCOM atribuye el error a la confusión del "fog of war", sugiriendo que el avión pudo haber sido confundido con un dron Houthi. Sin embargo, la rapidez con la que los Houthis reclamaron responsabilidad y la inusual naturaleza del incidente dentro del mismo grupo de ataque han despertado sospechas sobre posibles desinformaciones. Este evento resalta la creciente preocupación por la manipulación de información en conflictos modernos y plantea preguntas sobre la transparencia de las operaciones militares estadounidenses. La investigación debe considerar todas las posibilidades para mantener la confianza pública en el liderazgo militar.
Un caza F/A-18 de la Marina de los Estados Unidos fue derribado sobre el Mar Rojo por el USS Gettysburg, un buque que forma parte del mismo Grupo de Ataque Portaviones. Este suceso ha sido calificado por las autoridades como un “aparente caso de fuego amigo”. Según el Comando Central de EE. UU. (CENTCOM), el incidente se debe a la confusión inherente al contexto bélico, sugiriendo que el avión pudo haber sido confundido con un vehículo aéreo no tripulado (UAV) de los houthis durante ataques en curso.
La naturaleza sin precedentes de este incidente dentro del mismo grupo de ataque y la rápida reivindicación de responsabilidad por parte de los houthis han suscitado suspicacias, planteando interrogantes sobre la narrativa oficial. Este evento pone de relieve las preocupaciones sobre la desinformación en la guerra moderna, donde tanto Estados Unidos como los houthis podrían estar utilizando información errónea para moldear la percepción pública.
En las primeras horas del domingo, un caza F/A-18 despegó del portaaviones USS Harry S. Truman cuando fue impactado por un misil lanzado desde el USS Gettysburg. Los pilotos lograron eyectarse con seguridad, aunque uno sufrió lesiones menores. CENTCOM atribuyó el incidente a una confusión provocada por la “niebla de guerra”, citando múltiples ataques con drones y misiles houthis contra el grupo de combate estadounidense justo antes del derribo.
A primera vista, esta explicación parece razonable. Los houthis, respaldados por Irán, han intensificado sus ataques contra fuerzas estadounidenses y aliadas en la región, lo que obliga a los marineros a tomar decisiones rápidas bajo presión extrema. Sin embargo, las circunstancias que rodean este incidente generan dudas legítimas sobre si la versión oficial se sostiene ante un análisis más profundo.
El momento del incidente resulta altamente sospechoso. La Marina de EE. UU. ha estado operando en el Mar Rojo durante más de un año, y este es el primer caso reportado de un caza estadounidense siendo derribado—y por un buque estadounidense. Dada la frecuencia de los ataques houthis, es extraño que tal error no haya ocurrido antes. Además, el hecho de que el F/A-18 fuera derribado apenas momentos después de despegar del mismo grupo portador que el USS Gettysburg plantea serias dudas sobre la credibilidad del relato oficial.
La inmediata reclamación de responsabilidad por parte de los houthis añade otra capa de complejidad a esta narrativa. Horas después del incidente, los rebeldes respaldados por Irán afirmaron haber frustrado un ataque estadounidense-británico en Yemen y haber derribado un caza F-18. Aunque CENTCOM rápidamente desestimó esta afirmación como falsa, la pronta respuesta de los houthis plantea interrogantes sobre sus capacidades e intenciones reales.
Las implicaciones más amplias del incidente no pueden ser ignoradas. Si la explicación del “fuego amigo” resulta ser una historia encubridora, no sería la primera vez que las fuerzas militares estadounidenses ocultan verdades en nombre de la seguridad nacional. En ocasiones anteriores, incidentes relacionados con identidades equivocadas o fallos operacionales han sido minimizados o tergiversados para proteger información sensible o mantener la confianza pública.
Además, este evento resalta el creciente desafío que representa la desinformación en las guerras modernas. Las plataformas sociales se han convertido en terreno fértil para narrativas falsas, donde ambas partes utilizan estos canales para influir en la percepción pública. La reclamación houthis respecto al derribo será probablemente amplificada en medios árabes y redes sociales, fortaleciendo su imagen como una fuerza formidable capaz de desafiar al poder militar estadounidense.
A medida que CENTCOM lleva a cabo su investigación, es crucial explorar todas las posibles explicaciones, incluyendo aquella que sugiere que la narrativa del “fuego amigo” podría ser una cortina para algo más grave. Mientras se asigna culpa y se busca prevenir futuros incidentes, las repercusiones más amplias requieren un examen exhaustivo y transparente. La defensa nacional depende no solo de la fortaleza militar sino también de la credibilidad del liderazgo y la integridad operacional.
Mientras tanto, los esfuerzos propagandísticos de los houthis continuarán generando desinformación mientras las autoridades militares estadounidenses intentan mantener su credibilidad. La lucha por descubrir la verdad en el Mar Rojo es tan importante como combatir a los rebeldes houthis mismos.