Se trata de una de las principales conclusiones del informe que KPMG realiza desde 2009 sobre previsiones empresariales junto a la CEOE y ha publicado este domingo tras entrevistar a 2.037 empresarios y directivos de un total de 25 sectores diferentes y de las distintas comunidades autónomas.
La encuesta no recoge la inquietud desatada por el coronavirus, ya que la realizó entre noviembre de 2019 y enero de 2020, pero sí constata la preocupación del empresariado por la incertidumbre política y el enfriamiento económico.
Todos los que participaron son directivos, presidentes, primeros ejecutivos, consejeros o propietarios. Un 32% de las compañías participantes tiene más de 1.000 empleados y otro 37% factura más de 200 millones de euros, de forma que tienen una visión global además de local del contexto.
“El informe deja claro que el parón político que vivimos en 2019 ha pasado factura a las decisiones de inversión de muchas empresas por lo que, ahora que tenemos un Gobierno formado es el momento de ponerse en marcha y tratar de llevar a cabo las reformas que realmente necesita España”, demandó el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, apoyándose en sus conclusiones.
Al ser cuestionados por las medidas adoptadas por el Ejecutivo, un 71% cree que la subida de cotizaciones tuvo un impacto negativo y otro 46% lo denuncia en el registro de jornada, pero consideran que la mayoría de medidas fueron “neutras” y destacan con una valoración positiva las arbitradas para impulsar la diversidad.
Un 33% de los directivos reconoce que paralizó decisiones de contratación de personal ante la incertidumbre política, 11 puntos más que el año pasado (22%), y una mayoría del 55% considera que afectó a la imagen del país (versus 49% el pasado).
Para el 51% de los empresarios y directivos encuestados la “prioridad” económica debería ser “la eficiencia del gasto público” durante 2020; mientras que otro 45% urge emprender las reformas estructurales y el 41% pone el foco en la reforma específica del sistema educativo.
LA POLÍTICA, AMENAZA PARA LA ECONOMÍA
Fuera de la esfera más política los riesgos que preocupan, sobre todo, a los empresarios para la marcha de sus negocios son los regulatorios, los riesgos de demanda y fiscales. Sin embargo, en términos globales el 64% sigue señalando a la incertidumbre política como la mayor amenaza para la economía, seguida por el aumento de impuestos (49%) y el debilitamiento de la economía global (47%).
Son conscientes y han interiorizado que la economía se desacelera, y aun así el 58% confía crecer sus ventas este año, por debajo, en cualquier caso, del 69% que lo auguraba en la última edición del estudio con previsiones para el 2019.
“La visión de los empresarios españoles sobre la economía para 2020 es cauta. Aunque un 59% estima que la economía española en su conjunto empeorará en los próximos 12 meses, un porcentaje similar (58%) también espera incrementar ventas, manteniendo plantilla e inversión”, subrayó a su vez el presidente de KPMG en España, Hilario Albarracín.
Para encarar este contexto los directivos priorizan “las herramientas tecnológicas, la contratación y la formación de los trabajadores”, según Albarracín.
Cae, de hecho, el porcentaje de empresarios que esperan aumentar sus inversiones del 49% al 42% y sube del 15 al 18% en aquellos con intención de recortarlas.
Su visión internacional apenas sufre cambios frente al pasado año: un 34% espera aumentar su inversión fuera de nuestras fronteras, un 40% la recortará y solo un 4% prevé reducirla. Entre los países preferidos como destino de las inversiones internacionales figuran Francia, Alemania, Italia y Reino Unido.