A 14 días de la desaparición de cuatro niños en Guayaquil, Ecuador, el caso ha conmocionado al país. Los menores, de entre 11 y 15 años, desaparecieron el 8 de diciembre tras salir a jugar al fútbol. Las autoridades investigan un posible operativo militar relacionado con su desaparición, mientras las familias denuncian que fueron víctimas de secuestro por parte de personas vestidas de militares. La situación se agrava con la aparición de extorsionadores que intentan aprovecharse de la tragedia. El gobierno ecuatoriano niega cualquier implicación militar y asegura que están trabajando para esclarecer los hechos. Para más detalles sobre este trágico suceso, visita el enlace.
Desde el pasado 8 de diciembre, cuatro niños de entre 11 y 15 años han estado desaparecidos tras salir a jugar al fútbol en el sur de Guayaquil. A pesar de las intensas investigaciones por parte de las autoridades, su paradero sigue siendo un misterio, lo que ha generado una profunda preocupación en la sociedad ecuatoriana.
Los menores, identificados como Josué e Ismael Arroyo, de 14 y 15 años respectivamente, junto a sus amigos Saúl Arboleda, también de 15 años, y Steven Medina, de 11 años, residían en el empobrecido sector de Las Malvinas. Según el relato del padre de dos de los niños, después del partido se dirigieron a una panadería acompañados por un grupo de diez niños.
El padre de los hermanos Arroyo relató que mientras regresaban a casa, cerca de un centro comercial, fueron interceptados por dos vehículos con personas vestidas como militares. "Todos salieron corriendo", afirmó Luis Eduardo Arroyo, quien agregó que sus hijos y dos vecinos fueron capturados y subidos a esos automóviles.
Las familias han denunciado que durante ese día se llevó a cabo un operativo militar en la zona. Junto con el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos guayaquileño, presentaron una demanda de ‘habeas corpus’ ante la ONU, argumentando que sus hijos fueron víctimas del accionar de las Fuerzas Armadas ecuatorianas.