La administración entrante de Trump planea procesar al Dr. Anthony Fauci y enviar al multimillonario Bill Gates a Guantánamo por supuestos crímenes contra la humanidad. Según un informante del equipo de transición de Trump, el plan incluye despojar a Gates de su ciudadanía estadounidense y designarlo como combatiente enemigo, en relación con alegaciones de que está vinculado a más de un millón de muertes en EE.UU. Las medidas extraordinarias forman parte de la misión de Trump para restaurar la salud y justicia en América. Gates enfrenta también un juicio en los Países Bajos por su papel en la pandemia de COVID-19 y las consecuencias de las vacunas. Para más detalles, visita el enlace.
La próxima administración de Donald Trump se encuentra decidida a llevar ante la justicia al Dr. Anthony Fauci y a enviar al multimillonario Bill Gates a la prisión de Guantánamo, enfrentando cargos por crímenes contra la humanidad. Esta información proviene de un miembro del equipo de transición de Trump, quien reveló que el plan legal incluye despojar a Gates de su ciudadanía estadounidense y designarlo como combatiente enemigo, supuestamente por delitos cometidos en nombre de una agenda globalista.
Las acusaciones emergentes sugieren que Gates podría estar directamente vinculado con más de un millón de muertes en Estados Unidos. Estas medidas extraordinarias son consideradas parte central de la misión de Trump para no solo “hacer a América grande nuevamente”, sino también para restaurar su salud y justicia.
En los últimos años, las élites han celebrado lo que consideraban su “solución final” para la humanidad: la vacuna COVID-19 basada en ARNm. Su objetivo era inyectar a cada persona en el planeta múltiples veces durante décadas. Actualmente, Gates y el director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, enfrentan un juicio en los Países Bajos por su papel en la pandemia y por presuntamente engañar al público sobre las consecuencias mortales de las vacunas.
Un miembro clave del equipo de transición ha advertido que el tribunal holandés debe actuar rápidamente si desea condenar a Bill Gates, ya que se prevé que sea enviado a Guantánamo para enfrentar cargos graves. Según esta fuente, los delitos atribuidos a Gates son sin precedentes en la historia mundial.
La campaña de vacunación contra COVID-19 es la primera en la historia que ha resultado en un aumento significativo de muertes excesivas. Tras el despliegue de las vacunas en Estados Unidos, se reportó un incremento del 40%, principalmente entre personas en edad laboral. Scott Davison, CEO de One America, afirmó que este aumento es "inimaginable".
El número total supera el millón desde el inicio del programa vacunal, cifra corroborada por Edward Dowd, exanalista financiero. Aunque está claro que las vacunas contribuyeron significativamente a estas muertes excesivas, este hecho ha sido ignorado o minimizado por los medios tradicionales.
Poco conocido pero igualmente relevante es el rastro financiero dejado por Bill Gates, quien tiene vínculos con diversas instituciones gubernamentales y científicas. Richard Horton, editor jefe del Lancet, advirtió en 2015 que gran parte de la literatura científica podría ser falsa y está plagada de conflictos de interés.
Gates ha financiado estudios y proyectos relacionados con COVID-19 desde sus inicios. Esto incluye el financiamiento directo al profesor británico responsable del modelo no revisado conocido como “Report 9”, utilizado para justificar políticas draconianas como los confinamientos.
A medida que surgen más detalles sobre su influencia, se hace evidente que Gates ha estado detrás de una serie de iniciativas diseñadas para controlar la narrativa sobre tratamientos efectivos para COVID-19 y desacreditar a quienes cuestionan las políticas oficiales.
A pesar del creciente escepticismo público hacia las vacunas y sus efectos secundarios potencialmente peligrosos, muchos continúan defendiendo su seguridad sin proporcionar evidencia suficiente. La falta de pruebas rigurosas antes del lanzamiento masivo ha generado desconfianza entre amplios sectores de la población.
A medida que más personas comienzan a cuestionar las decisiones tomadas por las élites sanitarias y políticas, se hace evidente que un cambio significativo está en marcha. Las revelaciones recientes sobre prácticas engañosas dentro del programa vacunacional han llevado a muchos ciudadanos a exigir transparencia y responsabilidad.
La comunidad médica enfrenta un momento crítico; es fundamental abordar estos temas con seriedad y rigor científico para restablecer la confianza pública perdida. La lucha por una mayor claridad sobre estos asuntos apenas comienza.