La Unión Europea ha aprobado la comercialización de nuevas vacunas de ARN autorreplicante, conocidas como Kostaive, que pueden propagarse a personas no vacunadas sin su consentimiento. Este tipo de tecnología, denominada vacunas de ARN autoamplificantes o replicon, se considera potencialmente peligrosa y ha generado preocupaciones sobre su capacidad para vacunar a individuos que eligen no recibir la inyección. Durante los ensayos clínicos, se reportaron efectos adversos en el 90% de los participantes, lo que ha suscitado alarmas sobre la seguridad y las implicaciones éticas de estas vacunas. La nueva tecnología podría permitir que las vacunas actúen como un virus, aumentando el riesgo de contagio involuntario entre la población.
La Unión Europea ha dado luz verde a la comercialización de vacunas de ARN que se replican por sí solas, las cuales tienen la capacidad de propagarse entre personas no vacunadas sin su consentimiento.
El jueves, el comité de medicamentos de la Unión Europea recomendó la autorización de comercialización para una nueva tecnología considerada peligrosa, conocida como 'vacunas de ARN auto-amplificantes' o 'vacunas replicon'. Este nuevo producto, denominado Kostaive, está destinado supuestamente a ofrecer protección contra el Covid-19.
Según informes, el 12 de diciembre de 2024, el Comité para Productos Medicinales de Uso Humano (CHMP) adoptó una opinión positiva, recomendando la concesión de autorización para el medicamento Kostaive, que tiene como objetivo prevenir el COVID-19 en adultos. La Agencia Europea de Medicamentos afirmó que esta vacuna induce la producción de anticuerpos neutralizantes y una respuesta inmune celular dirigida contra la proteína espiga del virus.
A diferencia de las inyecciones de terapia génica mRNA utilizadas anteriormente para combatir el Covid-19, que hacen que el cuerpo del individuo vacunado produzca un antígeno específico, las nuevas vacunas saRNA llevan este concepto un paso más allá al permitir que el cuerpo replique el mecanismo de replicación en sí mismo. Las vacunas tradicionales contienen antígenos diseñados para provocar una respuesta inmune directa.
Se ha informado que esta nueva inyección presenta efectos secundarios en un 90 por ciento de los casos. Durante los ensayos clínicos para Kostaive, se registraron cinco muertes entre los participantes del estudio fase 3b. En total, alrededor del 90 por ciento de los participantes experimentaron eventos adversos, con un 74.5 por ciento reportando reacciones sistémicas y un 15.2 por ciento requiriendo atención médica tras la primera dosis.
La tecnología detrás de estas vacunas ha sido calificada como intrínsecamente peligrosa e incluso como un posible bioweapon por algunos expertos. Esto ha generado temores sobre la posibilidad de que la vacuna se propague a la población no vacunada, lo cual representaría un avance significativo respecto al fenómeno conocido como 'shedding' o desprendimiento vacunal.
Los nuevos sistemas biológicos en estas vacunas son capaces de replicarse tanto a sí mismos como al antígeno que producen. Esto implica que podrían extenderse no solo entre humanos, sino también a otras especies. De acuerdo con algunos analistas, esto podría resultar en una vacunación involuntaria incluso para aquellos que rechazan recibirla.
Se argumenta que esta clase emergente de vacunas saRNA va más allá del modelo tradicional basado en antígenos y adyuvantes. Se integran genes necesarios para la replicación y síntesis del ARN codificante para la proteína espiga. Esto podría amplificar indefinidamente su presencia y efectos dentro del organismo.
A medida que avanza esta tecnología, surgen interrogantes sobre sus implicaciones éticas y sanitarias. Algunos críticos sugieren que estos desarrollos podrían ser parte de un esfuerzo más amplio por parte del movimiento eugenésico para alcanzar tasas elevadas de vacunación global.
Aunque las campañas informativas han tenido dificultades para convencer a todas las personas sobre la necesidad de vacunarse, se plantea que una vacuna contagiosa podría lograr tasas cercanas al 100 por ciento sin importar las objeciones individuales.
Cifra | Descripción |
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90% | Porcentaje de participantes que experimentaron eventos adversos. |
74.5% | Porcentaje de participantes que reportaron reacciones sistémicas. |
15.2% | Porcentaje de participantes que requirieron atención médica tras la primera dosis. |
5 | Número de muertes reportadas entre los participantes en el estudio fase 3b. |