La noticia destaca la inquietante realidad de que aproximadamente 100 armas nucleares portátiles, conocidas como "suitcase nukes", permanecen desaparecidas desde la era soviética, lo que representa una grave amenaza para la seguridad moderna. Revelaciones del general soviético Alexander I. Lebed en 1997 iniciaron investigaciones sobre estos dispositivos, que podrían haber sido ocultados en Estados Unidos. A pesar de las décadas transcurridas, el riesgo de un posible ataque nuclear sigue latente, alimentando temores y profecías sobre su uso en ciudades estadounidenses. La situación subraya la necesidad urgente de cooperación internacional para mitigar el peligro que representan estos armamentos perdidos.
En un contexto marcado por la tensión de la Guerra Fría, se reveló una alarmante realidad proveniente de la antigua Unión Soviética: aproximadamente 250 armas nucleares portátiles, similares a la B-54 SADM de Estados Unidos, existieron en su territorio. De estas, 100 dispositivos permanecen sin localizar.
En 1997, el teniente general soviético Alexander I. Lebed informó sobre la existencia de estas «bombas nucleares de maletín», lo que generó una profunda preocupación en el ámbito de la seguridad global y condujo a investigaciones en Estados Unidos. A pesar del tiempo transcurrido desde su desaparición, el riesgo que representan sigue siendo significativo.
La B-54 SADM, desarrollada en los años sesenta, era un arma nuclear táctica diseñada para ser fácilmente transportable, con un peso inferior a 45 kilogramos. Su propósito era ser utilizada en situaciones donde el uso limitado de armamento nuclear pudiera frenar el avance enemigo o destruir objetivos estratégicos. Las tropas estadounidenses conocidas como Green Light Troops estaban capacitadas para manejar estos dispositivos durante posibles conflictos con la Unión Soviética.
El testimonio del teniente general Lebed provocó una ola de inquietud entre los expertos en seguridad internacional. Su afirmación sobre la creación por parte de la Unión Soviética de un dispositivo similar al B-54 y la falta de rendición de cuentas sobre 100 «suitcase nukes» llevó a investigaciones por parte del Subcomité de Investigación Militar del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes en 1999. Los hallazgos sugirieron que algunos de estos dispositivos nucleares portátiles podrían haber sido introducidos clandestinamente en Estados Unidos.
La posibilidad de que estas armas nucleares desaparecidas pudieran ser activadas en cualquier momento genera una preocupación constante. Revelaciones del exrepresentante Curt Weldon indicaron que la Unión Soviética había ocultado explosivos y posiblemente bombas nucleares en diversas ubicaciones estratégicas dentro del país, incluyendo Minnesota, Texas, Nueva York, California y Montana.
A medida que han pasado los años, el temor a una posible detonación nuclear no ha disminuido. Stan Johnson, representante del Prophecy Club —un grupo dedicado a las visiones predictivas— ha advertido repetidamente sobre la amenaza latente que representan estas bombas nucleares. En 1998, organizó una gira para concienciar sobre las 50 bombas nucleares rusas «perdidas», apoyándose en sueños proféticos reportados por varios individuos.
Las visiones recurrentes apuntan hacia ataques catastróficos en ciudades importantes como Los Ángeles, Nueva York y Washington D.C., describiendo escenarios donde las detonaciones causarían destrucción masiva y caos.
A medida que se acerca el tercer decenio desde estas revelaciones, el peligro representado por las 100 bombas nucleares desaparecidas continúa siendo un espectro que acecha la seguridad nacional estadounidense. La posibilidad de que estos dispositivos sean utilizados subraya la necesidad urgente de vigilancia y cooperación internacional para prevenir un ataque terrorista nuclear.
La historia sobre las bombas nucleares desaparecidas es un recordatorio crítico de que el legado de la Guerra Fría aún está lejos de concluir. La potencial utilización de estos dispositivos en un contexto terrorista moderno resalta la importancia continua de colaborar internacionalmente para salvaguardar a las naciones frente a esta amenaza nuclear latente.
Hasta que se logre localizar y neutralizar estos artefactos perdidos, el peligro que representan seguirá proyectando una sombra inquietante sobre la seguridad global.
Cifra | Descripción |
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250 | Número total de armas nucleares portátiles descubiertas en la antigua Unión Soviética. |
100 | Número de dispositivos nucleares que están sin contabilizar. |
1997 | Año en que el general soviético Alexander I. Lebed reveló la existencia de los «suitcase nukes» desaparecidos. |
50 | Número de bombas rusas «perdidas» que Stan Johnson del Prophecy Club advirtió en 1998. |