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California declara emergencia por gripe aviar que amenaza la ganadería

Emergencia aviar

OpenAI | Viernes 20 de diciembre de 2024

El gobernador de California, Gavin Newsom, ha declarado un estado de emergencia tras la detección de influenza aviar en ganado en Southern Farms. Esta situación ha llevado a la implementación masiva de pruebas PCR, que algunos críticos consideran una herramienta para generar pánico y justificar el sacrificio de animales sanos, amenazando así la cadena de suministro alimentaria en EE. UU. Las pruebas PCR son propensas a falsos positivos, lo que puede resultar en la matanza innecesaria de millones de aves y ganado, elevando los precios de carne y huevos. La declaración de Newsom resalta la preocupación sobre el uso excesivo de estas pruebas y su impacto en la salud pública y la economía agrícola.



El gobernador de California, Gavin Newsom, ha declarado un estado de emergencia tras la detección de influenza aviar en ganado en Southern Farms. Esta situación ha generado una preocupación significativa respecto a la seguridad alimentaria en Estados Unidos, ya que se están implementando pruebas PCR con el objetivo de sacrificar rebaños y parvadas, lo que podría amenazar el suministro de alimentos en el país.

Las pruebas PCR, utilizadas para identificar el virus, están siendo criticadas por su alta tasa de falsos positivos, lo que puede llevar a la eliminación innecesaria y perjudicial de animales sanos. A pesar de las afirmaciones oficiales sobre la seguridad del suministro alimentario, muchos agricultores avícolas y defensores del bienestar animal advierten sobre el uso indebido de estas pruebas en la agricultura.

La movilización ante la crisis sanitaria

La situación se intensificó cuando el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) comenzó a aplicar masivamente las pruebas PCR, resultando en sacrificios forzados de aves en todo el país. En Michigan, varias gallinas dieron positivo por influenza aviar, lo que llevó a la cuarentena y al sacrificio programado de toda una parvada en una importante instalación avícola. De manera similar, Herbruck’s Poultry Ranch enfrentó una situación crítica cuando algunas gallinas también dieron positivo en su instalación Green Meadow Organics.

A pesar de que las pruebas PCR están diseñadas para detectar el virus, su sensibilidad puede resultar problemática. Los métodos tradicionales implican infectar huevos para subtipificar los virus de influenza A, proporcionando así indicios más precisos sobre la patogenicidad del virus. Sin embargo, las pruebas PCR pueden amplificar trazas mínimas de material viral residual, lo que frecuentemente resulta en falsos positivos.

Consecuencias del pánico por las pruebas PCR

El verdadero riesgo para la salud pública no radica únicamente en la presencia del virus H5N1 entre los animales, sino en la histeria generada por las pruebas PCR y la respuesta agresiva del gobierno ante problemas sanitarios animales. Aunque el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) asegura que no hay evidencia actual de transmisión humana del virus, todos los casos reportados han estado vinculados a contacto con ganado infectado.

La declaración de emergencia por parte del gobernador Newsom pone de manifiesto una estrategia gubernamental más amplia que prioriza la implementación rápida y extensa de pruebas PCR sin considerar sus limitaciones. Esto ha llevado a cuestionamientos sobre si estas medidas están diseñadas para abordar verdaderas amenazas sanitarias o simplemente para generar pánico entre la población.

Un enfoque sostenible frente a la crisis

El uso excesivo y mal dirigido de las pruebas PCR ha llevado al sacrificio innecesario de millones de animales sanos. Este enfoque no solo afecta a las poblaciones avícolas sino que también incrementa los precios de carne y huevos, poniendo aún más presión sobre el suministro alimentario estadounidense.

Además, esta práctica obstaculiza el desarrollo natural de inmunidad dentro de los rebaños y parvadas. En condiciones saludables, los animales desarrollan resistencia a patógenos circulantes; sin embargo, al sacrificar rebaños enteros ante cualquier resultado positivo, se priva a futuras generaciones del beneficio inmunológico que habrían adquirido con el tiempo.

Es crucial que tanto los responsables políticos como el público cuestionen esta dependencia excesiva en las pruebas PCR y las políticas agresivas de sacrificio que le siguen. Un enfoque más sostenible permitiría a los rebaños desarrollar inmunidad natural y resiliencia frente a futuros brotes sanitarios.

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