Ty y Charlene Bollinger, fundadores de The Truth About Cancer y The Truth About Vaccines, han presentado una demanda multimillonaria contra el gobierno de EE. UU., empresas de Big Tech y ONGs en un tribunal de Nashville, Tennessee. La demanda acusa a estas entidades de crear un "Complejo Industrial de Censura" que ha suprimido voces disidentes bajo la apariencia de combatir la "desinformación". Los Bollinger, quienes han sido etiquetados como parte de la controvertida "Docena de Desinformación", sostienen que esta colaboración entre agencias gubernamentales y plataformas tecnológicas ha erosionado la libertad de expresión y monopolizado el discurso público. Este caso busca exponer las tácticas utilizadas para silenciar opiniones contrarias y restaurar los derechos fundamentales en la esfera digital. Para más información, visita el enlace.
En un desafío legal sin precedentes, Ty y Charlene Bollinger, fundadores de The Truth About Cancer y The Truth About Vaccines, han presentado una demanda multimillonaria contra el gobierno de los Estados Unidos, empresas de tecnología de gran envergadura y organizaciones no gubernamentales (ONG) en el Tribunal de Distrito de Nashville, Tennessee. La demanda acusa a estas entidades de haber formado un «Complejo Industrial de Censura» que suprime sistemáticamente las voces disidentes, incluida la de los Bollinger, bajo el pretexto de combatir la «desinformación».
Los Bollinger, cuyo trabajo ha alcanzado decenas de millones de visualizaciones y cuyo libro, The Truth About Cancer, es un bestseller del New York Times, fueron etiquetados como parte del infame «Docena de Desinformación» en 2021. Esta designación, creada por el Centro para Contrarrestar el Odio Digital (CCDH) a instancias del gobierno estadounidense, fue utilizada por plataformas tecnológicas como Meta, Google y Twitter para suprimir su contenido, resultando en daños financieros y reputacionales significativos.
La demanda, presentada como Cancer Step Outside the Box, LLC (Ty y Charlene Bollinger) contra múltiples demandados, sostiene que agencias federales como el Departamento de Estado, el Departamento de Defensa, el Departamento de Seguridad Nacional y el FBI colaboraron con ONG y plataformas tecnológicas para silenciar opiniones disidentes y promover las narrativas preferidas por el gobierno. Esta «censura por sustitución» no solo acalló la oposición sino que también monopolizó el discurso público, permitiendo que instituciones poderosas dictaran los límites del discurso aceptable.
«Este caso trata sobre mucho más que nosotros; se trata de la erosión de nuestras libertades más fundamentales», afirmó Charlene Bollinger. «El gobierno, las ONG y las grandes tecnologías conspiraron para silenciar voces disidentes, etiquetando la verdad como ‘desinformación’ y privando al público del debate abierto».
La demanda presentada por los Bollinger destaca cómo ONG como CCDH, frecuentemente a solicitud del gobierno, crearon listas negras derogatorias que etiquetan a individuos y organizaciones como fuentes de «desinformación». Estas etiquetas fueron amplificadas por plataformas sociales, lo que llevó a una disminución en la visibilidad o eliminación del contenido señalado mientras se promovían las narrativas preferidas por el gobierno.
«Esto no es simplemente un ataque a la libertad de expresión; es una manipulación calculada del poder económico donde los intereses anticompetitivos de Big Tech se alinean con el deseo del Gobierno de sofocar la disidencia», señala la demanda. «Juntos han monopolizado los mercados digitales de información en Internet, convenientemente protegidos por la mala interpretación del Gobierno sobre la Sección 230».
Este caso subraya las implicaciones más amplias de esta colusión, resaltando cómo no solo erosiona la libertad de expresión sino que también socava los cimientos mismos de una sociedad libre. Si el Gobierno erradica la Primera Enmienda, advierten los Bollinger, lo que seguirá será la erosión de otros derechos fundamentales.
«Este tribunal simplemente no puede fallar en su deber aquí; hay demasiado en juego», concluye la demanda. «Los demandantes estaban en el epicentro de la ‘lista negra’ de censura conocida como ‘Docena de Desinformación’, y esta demanda aborda el objetivo del Gobierno de erradicar voces disidentes».
La demanda representa una oposición vital a la tiranía a escala global, destacando la urgente necesidad de responsabilizar a entidades poderosas por sus acciones y restaurar la integridad del mercado digital informativo. Busca garantizar que todos los estadounidenses tengan derecho a compartir y acceder a ideas sin temor a ser reprimidos.
Fuentes incluyen:
Cifra | Descripción |
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Multi-millonaria | Monto de la demanda |
281 | Número de páginas de la denuncia |
2021 | Año en que fueron etiquetados como parte del «Disinformation Dozen» |
17 diciembre 2024 | Fecha de publicación de la noticia |