Friedrich Merz, líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), se perfila como el candidato más probable a canciller de Alemania tras la reciente pérdida de confianza del actual canciller Olaf Scholz. Con elecciones anticipadas programadas para febrero, las encuestas indican que la CDU y su aliada bávara, la Unión Social Cristiana (CSU), gozan de un sólido apoyo popular. Merz, abogado corporativo y político conservador, ha prometido reducir impuestos y burocracia, así como recortar beneficios sociales para inmigrantes. En política exterior, apoya el suministro de armas a Ucrania y propone restaurar el servicio militar obligatorio. Con una carrera política marcada por su oposición a Angela Merkel, Merz busca recuperar el orgullo nacional y enfrentar los desafíos económicos actuales en Alemania. Para más información sobre Friedrich Merz y su candidatura, visita el enlace.
Friedrich Merz, actual líder del partido conservador Unión Demócrata Cristiana (CDU), se perfila como el candidato más probable para asumir el cargo de canciller de Alemania. Esta situación surge tras la reciente pérdida de voto de confianza por parte de Olaf Scholz en el Parlamento, lo que abre la puerta a unas elecciones anticipadas programadas para febrero.
De acuerdo con las encuestas, la coalición entre la CDU y su socia bávara, la Unión Social Cristiana (CSU), cuenta con un respaldo popular significativo, superando ampliamente a la extrema derecha Alternativa para Alemania y al Partido Socialdemócrata (SPD) liderado por Scholz.
Si Merz logra triunfar en los próximos comicios, asumirá el liderazgo del Gobierno en un contexto crítico para Alemania. El país enfrenta un estancamiento económico, una urgente necesidad de inversiones en infraestructura e industria, así como incertidumbres en sus relaciones con Estados Unidos debido al conflicto en la frontera oriental de la Unión Europea.
Merz, quien tiene 69 años, es abogado corporativo y se define como conservador en asuntos sociales y liberal en cuestiones económicas. Aunque se espera conocer más sobre el programa electoral de su alianza, ha prometido reducir los impuestos empresariales, disminuir la burocracia y recortar beneficios sociales, especialmente dirigidos a los inmigrantes.
En cuanto a política exterior, Merz ha manifestado su intención de continuar apoyando a Ucrania. A diferencia de Scholz, quien se opone al suministro de misiles Taurus a Kiev para evitar un conflicto directo con Rusia, Merz aboga por proporcionar estas armas avanzadas. Además, ha propuesto restaurar el servicio militar obligatorio en Alemania, abolido en 2011.
Cercanos a Merz lo describen como una persona directa y pragmática, características que podrían facilitarle establecer relaciones con el presidente electo estadounidense Donald Trump. Cabe recordar que Merz había criticado anteriormente a Trump por sus acciones tras las elecciones estadounidenses de enero de 2021.
Merz es un defensor declarado del transatlanticismo; durante diez años presidió Atlantik-Brücke, una organización dedicada a fortalecer las relaciones entre Alemania y Estados Unidos. Comprende bien que Estados Unidos representa el mayor mercado para las exportaciones alemanas y que las amenazas arancelarias de Trump podrían impactar negativamente la economía alemana.
Nacido en una familia católica en Sauerland, Renania del Norte-Westfalia, Merz es padre de tres hijos. Se unió a la juventud de la CDU en 1972 y comenzó su carrera política como miembro del Parlamento Europeo en 1989. En 1994 fue elegido al Bundestag (Parlamento alemán), donde se convirtió en un miembro influyente del grupo parlamentario CDU/CSU.
A pesar de haber perdido ante Angela Merkel la lucha por el liderazgo del partido, lo que le llevó a retirarse gradualmente de la política hasta abandonar el Bundestag en 2009, su pausa le permitió desarrollarse profesionalmente. Trabajó como miembro del bufete internacional Mayer Brown y ocupó altos cargos directivos en varias juntas consultivas.
Merz regresó al Bundestag en 2021 tras la salida de Merkel y logró liderar el partido un año después. En septiembre pasado, prometió entrar al año electoral con el objetivo de “recuperar el orgullo” nacional y hacer avanzar al país.
No obstante, algunas declaraciones suyas han suscitado críticas. En particular, sus comentarios sobre inmigración han sido interpretados como complacientes hacia posturas extremistas. En una aparición televisiva hizo referencia despectiva a los hijos de inmigrantes musulmanes y calificó a algunos desplazados ucranianos como “turistas de bienestar", lo que provocó reacciones adversas.
A pesar de haber expresado su negativa a colaborar con la extrema derecha del partido AfP, queda por ver qué aliados elegirá si logra desplazar al SPD y los Verdes. Durante su intervención antes del voto de confianza al Gobierno actual, Merz describió ese día como “un día de alivio" para Alemania e instó a Scholz señalando que "no merece confianza" debido a su gestión durante esta crisis económica sin precedentes.