El presidente Donald Trump ha anunciado un plan para acelerar las aprobaciones de proyectos de inversión en EE. UU. por parte de empresas que inviertan $1,000 millones o más, con el objetivo de estimular el crecimiento económico y reducir la burocracia. Este paquete integral beneficiará proyectos de gas natural licuado, perforación petrolera y exploración offshore, mientras que se propone modificar la Ley Nacional de Política Ambiental (NEPA) y desmantelar subsidios del Green New Deal. Aunque las corporaciones apoyan esta iniciativa, los activistas ambientales advierten sobre sus posibles efectos negativos en la protección del medio ambiente. Con este enfoque, Trump busca transformar el panorama económico estadounidense y crear nuevas oportunidades de desarrollo.
El presidente Donald Trump ha revelado un plan que busca agilizar las aprobaciones para empresas que inviertan $1,000 millones o más en Estados Unidos. Esta iniciativa tiene como objetivo eliminar la burocracia que ha obstaculizado el crecimiento económico y facilitar la inversión en proyectos de infraestructura y energía.
Trump expresó su entusiasmo al compartir esta propuesta en redes sociales, afirmando: «Cualquier persona o empresa que invierta UN MIL MILLONES DE DÓLARES, O MÁS, en los Estados Unidos recibirá aprobaciones y permisos completamente acelerados, incluyendo todas las aprobaciones ambientales». Este enfoque se inscribe dentro de un esfuerzo más amplio por transformar el paisaje económico del país priorizando el crecimiento sobre regulaciones ambientales excesivas.
El equipo de transición de Trump está trabajando en un paquete integral que se espera sea presentado pronto. Este incluirá beneficios para proyectos de gas natural licuado, así como un aumento en la perforación de petróleo tanto en tierras federales como en aguas offshore. La administración también planea presionar a naciones competidoras mediante aranceles, mientras incentiva la producción de energía asequible y fomenta oportunidades para que las empresas estadounidenses fabriquen productos nacionales.
Sin embargo, esta renovación económica podría tener repercusiones significativas en la legislación ambiental. La Ley Nacional de Política Ambiental (NEPA), que exige revisiones exhaustivas antes de aprobar proyectos energéticos e infraestructurales, será objeto de revisión bajo este nuevo enfoque. Las corporaciones han criticado durante mucho tiempo los retrasos y costos asociados con las revisiones conforme a NEPA, lo que podría cambiar con la promesa de Trump de acelerar estos procesos.
A pesar del apoyo empresarial a estas medidas, los activistas medioambientales han manifestado su oposición, considerándolo una amenaza a la protección del aire y el agua. Mahyar Sorour, director de políticas del Sierra Club, declaró: «Los contaminadores corporativos no pueden sobornar para poner en peligro nuestras comunidades y nuestro aire limpio». Además, persiste la incertidumbre sobre cómo se manejarán las restricciones impuestas por la Comisión Federal Reguladora de Energía.
A medida que Trump se prepara para asumir el cargo, muchos ven esta propuesta como una oportunidad para un nuevo rumbo económico que promete crecimiento, desarrollo, y una nueva era de oportunidades para Estados Unidos.
Fuentes: