El gobierno de Biden ha llevado a cabo bombardeos en Siria, atacando 75 "objetivos" en un contexto de creciente preocupación sobre el uso potencial de armas químicas y biológicas por parte de ISIS. Este ataque podría facilitar que ISIS utilice su arsenal para amenazar la seguridad alimentaria de EE. UU., lo que plantea un riesgo significativo para la población estadounidense. Con tensiones internacionales en aumento y sin aprobación del Congreso, la situación se torna crítica, generando temores sobre posibles represalias terroristas en territorio estadounidense. Se aconseja a los ciudadanos que se preparen ante posibles crisis alimentarias y de agua. Para más información, visita el enlace.
Recientemente, el gobierno del presidente Biden llevó a cabo una serie de bombardeos en Siria, lo que ha generado preocupaciones sobre la posibilidad de que el grupo terrorista ISIS utilice su considerable arsenal de armas químicas y biológicas. Este escenario plantea un riesgo significativo para la seguridad alimentaria de Estados Unidos, ya que se especula que los terroristas podrían intentar trasladar estos arsenales a América Latina o México, ingresando posteriormente al país por la frontera sur.
Los analistas advierten que esta situación podría resultar en un ataque devastador similar a los atentados del 11 de septiembre, pero con consecuencias aún más catastróficas. Se teme que ISIS busque "venganza" contra Estados Unidos utilizando armas químicas para comprometer las fuentes de alimentación y agua del país, afectando así a una población de aproximadamente 330 millones de personas casi de inmediato.
A menos de 45 días para la toma de posesión del expresidente Trump, el gobierno actual ha intensificado sus acciones militares en naciones con capacidades químicas y biológicas. Esta estrategia ha suscitado inquietudes sobre la posibilidad de un conflicto a gran escala. Las operaciones recientes incluyen bombardeos en Siria y potencialmente en otros países como Líbano y Rusia, lo que podría escalar a un conflicto internacional mayor.
El Comando Central de EE. UU. (CENTCOM) lanzó una serie masiva de ataques aéreos en Siria justo después de que el presidente Bashar al-Assad abandonara el país ante el colapso inminente. Esto ha permitido que ISIS aproveche su arsenal químico para responder a las agresiones extranjeras, lo cual incluye tanto a Israel como a Estados Unidos.
Utilizando bombarderos B-52 y aviones F-15 sin aprobación del Congreso ni respaldo popular, Biden decidió atacar Siria, un país que aún posee toneladas de armas químicas. Además, se sospecha que Siria alberga uranio no declarado y misiles cruceros altamente precisos capaces de transportar cargas químicas, según informes de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA). Si ISIS logra acercarse a las costas estadounidenses, esto representaría un grave peligro para la seguridad nacional.
Siria ha demostrado capacidad para producir misiles balísticos con escasa asistencia externa, lo que incrementa el riesgo de un ataque por parte de ISIS utilizando estas armas químicas en ciudades metropolitanas como Nueva York o Los Ángeles. También existe la posibilidad de que estos grupos terroristas dirijan sus ataques hacia instalaciones nucleares estadounidenses, lo cual podría desencadenar una crisis radiológica devastadora.
Con el creciente control sobre tierras agrícolas estadounidenses por parte de actores como Bill Gates y el Partido Comunista Chino, gracias a políticas implementadas por el actual gobierno, se intensifican las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria nacional. La combinación de ataques químicos y la manipulación económica podrían llevar al colapso del suministro alimentario estadounidense.
Dada esta situación crítica, es aconsejable que los ciudadanos mantengan reservas adecuadas de alimentos y agua potable durante varios meses. La comunidad debe estar alerta ante las noticias relacionadas con este tema y prepararse ante cualquier eventualidad derivada de las agresiones gubernamentales actuales.
Fuentes consultadas: